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jueves, 27 de marzo de 2014

4 riesgos de un mal sueño

Cada hora que no duermas aumenta hasta en 33% los kilos de más en tu cuerpo.

Diversos estudios confirman que dormir poco y mal puede provocar el desarrollo de obesidad y diabetes, entre otros trastornos, alrtaron en un artículo publicado en el National Heart Lung and Blood Institute de Estados Unidos.

El estudio titulado "What are Sleep Deprivation and Deficiency" advierte que la deficiencia del sueño está relacionada con problemas crónicos como enfermedades cardiovasculares y de riñón, diabetes, obesidad, depresión, entre muchos otros.

En su libro, Internal Time: Chronotypes, Social Jet Lag and Why You’re so Tired, Till Roenneberg, cronobiólogo de la Universidad Ludwig-Maximilian en Munich, utiliza el término “jet lag social” para referirse al desfase que suele existir entre el reloj interno del organismo y el reloj social o externo.

En otras palabras, aunque la persona físicamente necesite dormir más, sus obligaciones se lo impiden. El resultado, según explica, es que:

Dos terceras partes de la gente normal duerme alrededor de una hora menos de lo que su cuerpo necesita.”

Lo cierto es que este fenómeno puede tener serias consecuencias sobre la salud. Según diversos estudios epidemiológicos, la falta de sueño incrementa el riesgo de problemas metabólicos, así como el desarrollo de diabetes y obesidad, así lo confirmó un reciente estudio llevado a cabo por el doctor Orfeo Buxton, investigador de la Escuela de Medicina de Harvard, el cual concluyó que la falta de sueño o un horario desorganizado para dormir puede provocar un caos metabólico en el organismo.

En efecto, tras restringir el sueño de 21 individuos sanos durante tres semanas a 5.6 horas diarias, el equipo dirigido por Buxton observó una serie de cambios fisiológicos dañinos para la salud:

1.     La falta crónica de sueño y la alteración del ciclo circadiano provocó un descenso de 32% en la secreción de insulina y un incremento en los niveles de glucosa.

2.     Las concentraciones de cortisol (hormona del estrés) también se elevaron considerablemente.

3.     Los niveles de leptina (hormona que promueve la saciedad) disminuyeron, mientras que los de grelina (que favorece el apetito) aumentaron.

4.     La velocidad del metabolismo disminuyó en un 8%, lo cual podría traducirse en la ganancia de cinco kilos al año cuando menos, con el consecuente riesgo de desarrollar diabetes.

Buxton concluye que tanto la falta de sueño como la alteración de hábitos al dormir son dos factores directamente asociados con la aparición del sobrepeso y la obesidad.

Por su parte, Roenneberg advierte que los índices de obesidad pueden aumentar hasta en 33% por cada hora de falta de sueño, por lo cual enfatiza la importancia de establecer un horario adecuado para dormir, que garantice horas suficientes de sueño, así como de practicar hábitos estables para regularizar los ciclos circadianos y obtener así, el descanso que requiere el organismo

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