Un chico de 15 años de edad, llegó a casa con un Porsche y sus padres comenzaron a gritar y gritar, “¿de dónde sacaste ese coche?”.
Tranquilamente, su hijo contestó: “Lo acabo de comprar hoy mismo”.
“¿Con qué dinero?”, cuestionaron sus padres, “sabemos lo que cuesta un Porsche”.
“Bueno”, dijo el chico, “éste me costó 15 dólares”.
Los padres comenzaron a gritar, aún más fuerte. “¿Quién rayos vendería un coche así por 15 $ dólares?”.
“Fue la señora que vive al final de la calle”, respondió el chico. “No sé su nombre. Ella me vio paseando en mi bicicleta y me preguntó si quería comprar un Porsche por 15 dólares”.
“Oh Dios mío”, se quejó la madre, “esa mujer debe ser un abusadora de menores. ¿Quién sabe qué pretende la señora con nuestro hijo? John, debes ir y averiguar qué está sucediendo”, ordenó la mamá visiblemente contrariada.
Así que el padre del adolescente caminó hasta la casa donde vive esa señora y la encontró en el patio, muy tranquila, sembrando flores. John se presentó como el padre del chico al que ella acababa de venderle un Porsche por 15 $ y exigió una explicación.
“Bueno,” dijo la señora, “Esta mañana recibí una llamada telefónica de mi marido. Pensé que estaba en un viaje de negocios, pero un amigo me informó que, en realidad, mi marido se había fugado a Hawaii con su secretaria y que realmente no tiene la intención de regresar. Me pidió que vendiera su Porsche nuevo y le enviara el dinero. Así que, eso es exactamente lo que hice”
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