Si crees que la mitología griega es fascinante y exagerada, mira estas 4 historias de la egipcia.
1. La creación del mundo
Cuando el dios Ra se puso la braga de trabajo, lo único que existía era una gran extensión de agua, el «océano primordial» llamado Nun. Ra creó el sol y la luna y luego a los dioses del panteón egipcio. Bastaba con que Ra pronunciara su nombre y atributos para que brotara un dios.
A renglón seguido, Ra creó a la humanidad y proporcionó las leyes. Como la humanidad necesitaba un gobernante sabio y divino, Ra adoptó forma humana y se convirtió en el primer faraón.
2. Isis le hace una jugarreta a Ra
Nadie sabía el nombre de Ra, ya que quien lo conociera, podía absorber sus poderes. Ra empezó a envejecer y la diosa Isis vio su oportunidad. Isis creó una cobra y Ra, sorprendido por una criatura que él no había creado, se descuidó y se dejó morder por la serpiente. Hasta los dioses pueden entrar en pánico.
Ra no entendía lo que estaba pasando y presa del terror, solicitó ayuda a los dioses para que trataran de salvarlo. Isis se presentó como su salvadora a condición de que le revelara su nombre. Ra no tuvo más remedio que revelar su identidad e Isis se convirtió en una diosa tan poderosa como él.
3. Muerte y nepotismo
Las intrigas palaciegas y el nepotismo existen desde la misma mitología. Los varones Osiris y Set, y las hembras Isis y Neftis, eran hermanos, hijos de los dioses Geb y Nut. En su condición de príncipe mayor, Osiris se convirtió en faraón y tomó por esposa a su hermana Isis.
El postergado príncipe Set no estuvo de acuerdo y asesinó a Osiris, repartiendo los trozos de su hermano faraón por todo Egipto. Set asumió el cargo de faraón. La competente viuda Isis no solo juntó los pedazos de su marido, volviendo a la vida a Osiris, sino que también quedó en estado del resucitado, teniendo a Horus. Este reclamó el trono a su tío Set y acordaron resolver la disputa en un combate.
La pelea terminó empatada y la decisión de quién reinaría pasó a manos de los dioses. La asamblea divina resolvió trasladar la elección a Osiris y este decidió que el trono era para su hijo Horus.
4. El campesino y su burro
Un campesino de nombre Sekhti llevaba sus productos en un burro y tenía que atravesar la propiedad de un obrero llamado Tehuti. Cuando Sekhti iba a pasar, Tehuti colocó una manta en el camino. El campesino y el burro pasaron pisando la manta y Tehuti se quejó.
En la siguiente ocasión, Sekhti decidió pasar por un maizal para evitar la manta. Entonces Tehuti se quejó de que el campesino y su animal habían arruinado su plantación y aprovechó la ocasión para robar el burro.
El campesino pidió justicia al señor de la localidad, pero fue golpeado y echado. No se dio por vencido y soportó varias palizas hasta que el señor admitió que un hombre tan persistente debía tener razón y le permitió recuperar su burro.
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