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lunes, 8 de mayo de 2017

Ballena azul: antes de ahorcarse niña le hizo insólita pregunta a su madre

Mamá de una víctima del juego peligroso de la Ballena azul ofrece un desgarrador testimonio en Colombia. Revela que su hija no tenía un celular y usaba el suyo.
Desde su dolor la madre de una niña ofrece un desgarrador testimonio del juego de la Ballena azul.


La Ballena azul está dejando un profundo dolor en los padres de las inocentes victimas que cayeron en este juego de la muerte. En un pueblo de Colombia, una madre ofreció un desgarrador testimonio y reveló que antes de suicidarse su pequeña hija le hizo una pregunta desconcertante.
“Mamá, ¿existen las ballenas azules?”, preguntó Maylen Lizette (13) a su madre Maylen Villamizar (37). “Existen y deben quedar pocas. Están en vías de extinción”, respondió la madre creyendo que era una inquietud inocente de su hija”, le respondió la madre que no tiene Facebook ni entiende de las últimas tecnologías que manejan los niños y adolescentes.
Ni en la peor de sus pesadillas, la madre habría adivinado que su princesa iniciaba una senda tenebrosa que desembocaría en tragedia.
Dos meses después, el 28 de abril, el cuerpo de la pequeña Maylen Lizette aparecía colgado de una soga. Quitarse la vida fue el broche final de un macabro juego que amenaza la vida de incontables menores alrededor del planeta.
“El domingo 16 de abril le vi una foto en el celular de cómo se ataba una soga para ahorcados, paso a paso. Le pregunté por qué la tenía y me dijo: “tranquila: es una foto que me mandaron”.
La borró enseguida y me devolvió el celular. “Bueno, ten cuidado con eso”, le dije, y aunque quedé algo preocupada, olvidé el incidente con lo que siempre nos decimos, cosa de adolescentes”.
SU HIJA NO TENÍA UN CELULAR
“Mi hija no tenía celular, me opuse a eso siempre por las violaciones, y la trata de blanca que empiezan por Internet. Usaba el mío”, comenta Mylen, sentada en un banco del Parque Cementerio de la Esperanza, en Cúcuta, capital del Norte de Santander, al noroeste de Colombia, donde reposan los restos de su hija.
“Yo veía su Facebook, me mostraba fotos de las dos. Y después de morir vine a saber que tenía abiertas tres cuentas secretas más”, aseguró la madre.

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