Cuando los pollos ponen huevos, su instinto es sentarse sobre ellos para mantenerlos calientes hasta que eclosionan. Entonces, cuando los pollitos nuevos son todavía pequeños y frágiles, la mamá los reúne debajo de ella hasta que sean lo suficientemente grandes como para mantenerse calientes por su cuenta.
Por supuesto, algunas gallinas tienen tanto amor, que lo comparten con los bebés que no son exactamente suyos. O simplemente están un poco confundidas acerca de la maternidad y están probando todas sus opciones.
Esta gallina en particular encontró que un gato había dado a luz en su nido. Pero la gallina no se alarmó al encontrar a estos extraños bebés en su casa. De hecho, ella asumió el papel de madre, sentándose sobre ellos y compartiendo su calor.
La madre gata, sin embargo, estaba muy confundida cuando encontró a una gallina muy protectora cuidando a sus bebés y ni siquiera dejándola acercarse a ellos. Eventualmente, la gallina a regañadientes compartió los deberes de mamá con el gato.
Después de todo, los gatitos necesitarían alimentarse a través de su madre biológica, aunque no les importaría tener una madre de otra especie. Finalmente, la mamá gato tuvo que cambiar de residencia junto a sus hijos. Sin embargo, la gallina no se quedó sola. Ella no tardó en tener sus propios bebés y se olvidó del vacío que dejaron los gatitos.
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