Un humorista francés llamado Rémi Gaillard decidió hacer un corto en el que se retrata una situación bastante común: un humano dejando a un animal en un refugio. Claro que este “refugio” es, en realidad, casi una casa de locos. El mundo surreal que se inventó Gaillard en este corto es una visión diferente de lo que pasaría si los humanos intercambiáramos de lugar con los animales. Y cuando digo diferente…
Además, para completar la burla, Gaillard agregó en la descripción de su video: “Debe ser irritante para los animales tener que vivir con 7 billones de idiotas.” Pues bien, el corto que hizo es abiertamente crítico y hasta un poco incómodo de mirar. Pero la realidad que hay detrás de todo ese surrealismo es demasiado penosa como para ignorarla.
Me pregunto si esa anciana habrá sido una actriz contratada.
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