Seguidores

Pages - Menu

sábado, 25 de marzo de 2017

Su dueño dijo que “tropezó con una grieta de la calle”, pero la realidad es espantosa…

Hace poco en Central Park, en una mañana aparentemente normal, el caballo de carruaje, Max, cayó al suelo, y los testigos que presenciaron este suceso dijeron que el animal se veía cansado y que no se encontraba en condiciones de trabajar así.
Uno de estos testigos que vivió en primera persona el desmayo de Max tomó fotos, las cuáles fueron enviadas a NYCLASS, un grupo de protección de animales que lucha por terminar con el uso de caballos de transporte en la ciudad de Nueva York.

Por eso, Chris Emanus, conductor del carruaje, respondió inmediatamente a la preocupación de la gente con la disculpa de que el caballo probablemente tropezase con un grieta de la carretera.
Más tarde, continuó intentando exculparse, diciendo que habitualmente ocurrían estas cosas en los caballos de carruaje, Jill Carnegie, representante de NYCLASS no estaba dispuesto a aceptar sus excusas, ya que había testigos que dijeron haber visto que Max tenía dificultades para respirar antes de desmayarse.
“No es cierto lo que este hombre dice, no es habitual que los caballos tropiecen, estas cosas no se ven a menudo” exclamó Arnegie. “Y si Max simplemente tropezó, ¿por qué se tendió en el suelo? ¿No debería haberse levantado?” insistió.
NYCLASS ha solicitado una investigación formal y profunda para lo sucedido, ya que Max se mostró muy dañado ante los testigos, presentaba dificultades respiratorias y dio unos pasos tambaleantes hasta desplomarse en el suelo.
Aunque parezca increíble, sucesos como estos no son denunciados, motivo por lo que NYCLASS está haciendo todo lo que está en sus manos para conseguir que el caso de Max no quede exento y se sepa con precisión qué le sucedió al caballo y cuál fue el motivo por el que se desmayó.
La vida de un caballo de carruaje es extremadamente difícil y peligroso, son obligados a trabajar sobre asfalto al menos 9 horas al día, caminar en medio del tráfico, aspirar el contaminante humo de los coches, y encima, como si esto no fuese suficiente, son obligados a trabajar sin importar el clima, da igual que haga frío o calor.
A pesar de que pueda pareceros muy divertido y entretenido subir a un carrito de estos, es importante saber que una de las formas para finalizar con el injusto sufrimiento de estos animales, es no contribuir con el lucro de los dueños de estos carruajes. De esta forma disminuiría la cantidad de caballos como medio de transporte en la ciudad.

Comparte esta noticia para que poco a poco la gente termine entendiendo que, por mucha apariencia romántica que muestren, es maltrato animal. 

¿Te ha gustado este artículo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario