Este espectáculo no es nada inusual en el estado de Washington (Estados Unidos). Una vez al año es posible ver cómo el salmón chum cruza las carreteras y caminos inundados a lo largo del río Skokomish para ponerse a salvo. "Cuando recibimos una buena lluvia de otoño, el río se desborda", señala Aaron Dufault, analista de políticas de salmón del Departamento de Pesca y Vida Salvaje de Washington, a National Geographic.
"Siempre te choca ver a un salmón de cuatro o cuatro kilos y medio cruzar la carretera", añade Dufault. Las lluvias abundantes del otoño siempre coinciden con la temporada de desove del salmón chum, época en la que los salmones migran desde el océano hacia la parte alta de los ríos para la puesta.
Según Dufault, el desove de los salmones "no tiene éxito a menos que sean capaces de regresar al cauce principal del río o a algunos canales laterales", por lo que la mayoría muere y el ciclo de la vida del salmón comienza de nuevo. Esta carrera de obstáculos es, sin duda, un buen momento para los depredadores como los osos pardos, águilas, calvas y pescadores deportivos.
En la fotografía, uno de los salmones cruza decidido la carretera. Detrás, una docena de ejemplares espera el momento oportuno. Muchos de ellos tendrán éxito en su aventura río arriba. Otros morirán por el camino.
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