Esta mañana nos hemos despertado con la noticia de que Amancio Ortega, propietario de Inditex, ha donado 320 millones de euros a través de su fundación para que hospitales públicos de toda España puedan comprar más de 290 equipos de última generación para el diagnóstico y tratamiento radioterápico del cáncer.
Según ha informado hoy la entidad en una nota de prensa, gracias a estos aparatos de última tecnología se permiten realizar diagnósticos más precisos: “La incorporación de equipamientos de última generación, tales como la mamografía digital con tomosíntesis o los aceleradores lineales avanzados, permite realizar diagnósticos más precisos y proporcionar a los pacientes tratamientos más eficaces, menos agresivos y de menor duración”.
Y después de conocer esta donación, las redes sociales están que arden y se dividen entre los usuarios que defienden el gesto de la Fundación de Amancio Ortega y los que opinan que es un lavado de cara ante las acusaciones, cada vez más numerosas, de las condiciones casi de esclavitud que tienen los trabajadores de sus fábricas en los países del tercer mundo.
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