Sería fantástico que al empezar las relaciones un angelito nos diera un pequeño manual de buenos tratos. Consejos cargados de cariño y de afecto para marcarnos la dirección correcta hacia las rutas salvajes de una relación sana y llena de amor; amor del bueno. Nos vendría bien para no cagarla tanto y tenerlo siempre a mano para poder recurrir a él cada vez que nuestro demonio interno quiera salir a la luz. Como no existe, habrá que inventarlo, así que te presentamos una relación de consejos muy útiles para que la alegría sea el centro neurálgico de tu relación.
Bésale mucho
Besar siempre es especial y le da un chute de adrenalina y vidilla a la relación pero es que mientras más apasionado sea el beso más endorfinas se liberan, por eso el beso tiene un efecto similar a una dosis de morfina; una catarsis de placer puro y duro. Tómatelo enserio porque la saliva que se genera en un buen beso limpia tus dientes, disminuye la placa bacteriana y previene la caries; y además está comprobado que un beso intenso te ayuda a adelgazar quemando hasta 12 calorías por minuto cada vez que lo das y lo recibes.
besos codigo nuevoConsejo: Deja salir todos y cada uno de los besos que aparezcan al día, se merecen una larga vida de placeres entre caricias, mordiscos y grandes deseos carnales. Los besos son seres vivos con una clara misión, ser uno de los pilares fundamentales del éxito de tu relación. En esto no se ahorra, se derrocha.
Aprende a desaprender
Puede que este ejercicio sea el único que te ayude en todas las fases de tu idilio de amor. Una rutina de improvisación marcada por la incertidumbre de conoceros sin juicios previos ni experiencias anteriores. Deja la mente en blanco, se tu propio libro, reescríbete, subráyate, añade las páginas que quieras y arranca las que duelan. Olvida lo que era para darle la bienvenida a lo que es y puede ser.
Consejo: No sigas los patrones de conducta que simbolizan los estereotipos de la perfección en el amor, porque no existe. Prueba el sushi, ve a una playa nudista o caza gamusinos, porque aunque no lo hayas hecho antes favorecerá el pulso cardíaco de tu historia de amor.
Fabrica mariposas y chispas todos lo días
Reinvéntate. Enamorarse se practica todos los días, se trabaja duro. La rutina, competencia directa de la magia, se aburre de tanta monotonía; por eso hay que ayudarla contra la depresión y activarla día sí, día también. Sería más fácil si pudiésemos ir al banco de escalofríos en el estómago a coger más cuando se nos terminan; y por qué no, tener una máquina en casa que cocine chispitas para dinamizar el amor. Pero la realidad es que:
Consejo: Incluye la sorpresa y la creatividad en tu nidito de amor como un imprescindible. Escribe una frase en la pared de la calle donde trabaja, prepara un buen baño para dos o llena el techo de la habitación con la constelación de Orión.
Elimina los ‘peros’
El ‘pero’ es una de las palabras más furcias de la relación. Se encuentra cómoda mientras la dejas vivir, por eso hay que dinamitarla, hacerla estallar y celebrar una revolución libre de excusas, pretextos o evasivas. Hemos venido a querernos, así que aceptemos que en el caos está la sencillez, en el conflicto la armonía y en el medio de la dificultad, la oportunidad.
Consejo: No dejes para mañana todas las cosas bonitas que tienes que hacer, vivir o decir hoy con tu pareja, tu amante, tu amigo, tu partner in crime. Y cambia las salidas cobardes por entradas triunfantes, el mal humor por sonrisas, el desasosiego por ganas. Porque la finalidad es hacer que este amor perdure en el tiempo, cuidando su evolución y trabajando siempre por que merezca la alegría, no la pena.
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