En los tiempos en los que Pablo Iglesias intenta poner de moda el look desaliñado de coleta y aspecto desenfadado/obrero/ ecléctico, existe un caballero del siglo XXI que intenta imponer su estilo, y dominar las tendencias (y lo que no son las tendencias), y ese es Christian Grey.
Puede que hasta hace nada para muchos y muchas este señor fuese un extraño, un nombre más, un personaje de ficción con el que soñar, un donjuán millonario que dice ser un sometedor. Pero ha llegado el momento de ponerle cara y de convertir en real lo irreal, y cómo no, de aprender de este truhán, de este señor, y de este cordero con piel de lobo. Porque sí, porque hemos sido de ese grupo de privilegiados que ya ha disfrutado de ‘50 sombras de Grey’ (y de su banda sonora). He aquí algunas de las lecciones que hemos podido deducir del personaje del momento.
1. Las apariencias engañan
Esta es la primera lección que nos ha enseñado este caballero con traje de Armani y corbata (lo habéis adivinado) gris. Ese hombre de pasado oscuro y alma torturada no es más que alguien con falta de mimos y de cariño que se refugia en el sadomaso para intentar ser alguien que no es. Pero esto que nos puede parecer descabellado/basto es el deporte nacional, esto es lo que coloquialmente se conoce como: aparentar. Y es aquí donde radica el eje de todos los males, así que apunten: más natural y menos en almíbar.
2. Ser rico
Ambición, amigos míos. Ya sea para entarle la tía/o de turno, o para conseguir ese trabajo de ensueño con dietas incluidas y un sueldo de más de tres cifras. Se trata de empezar poco a poco, como hormiguitas. No de ir a saco y meter mano, ni de llegar a la entrevista creyéndonos un ser todopoderoso único en nuestra especie. Comernos el mundo sí, pero con humildad, porque a todos aquellos cazadores de la noche: hay muchos peces en el mar; y a todos aquellos/as listos de turno: hay mucha oferta y muy preparada. Humildad, amigos mileniales.
3. Adaptarte a las circunstancias
Este sabio consejo es otra de las grandes lecciones que se pueden aprender de este taquillazo. Una historia de amor llena de clichés: chico quiere a chica, chica se enamora de chico, chico luego se pilla… Y ya, que no queremos hacer spoilers. El caso es que si podemos sacar algo de las pelis románticas made in USA es que el final feliz llega cuando nos amoldamos a las circunstancias, cuando conocemos nuestras limitaciones e intentamos superarlas.
Grey es un adicto del control (y a otras cosas…), pero tío, o aprendes a irte de casa con la cama sin hacer (cosa que este maromo se puede permitir gracias a sus ingentes cantidades de dinero), o vamos mal. Menos control, más carpe diem, y a vivir que son dos días.
4. Pon un ascensor en tu vida
Creo que todos hemos visto esta escena sin necesidad de ir al cine, y me parece un punto fundamental de la película y de la vida en general: poner un ascensor en tu vida, o lo que es lo mismo, un poco de picante. Estas cuatro paredes móviles están del todo infravaloradas, porque además de ser el mecanismo más valioso para subir tus cinco bolsas de compra de 3 kilos cada una, o el escenario perfecto para mantener conversaciones insulsas sin llegar a ninguna parte sobre el tiempo, es perfecto para un momento de calentón, ergo para un empotramiento rápido que nos haga subir la temperatura de todo el edificio y, como no, la nuestra propia. Así que ya sabéis el requisito indispensable a partir de ahora para buscar piso…
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