Errónea e ignorantemente la sociedad ha satanizado la raza de perro pitbull argumentando que es la más peligrosa y que nadie debería tener este tipo de perros porque representan un verdadero peligro o bien, deberían traerse siempre con bozal y correa. Lo cierto es que el comportamiento de un perro depende MUCHO sino en su totalidad, de la educación que su dueño le dé. Cualquier raza que viva en un entorno en donde se le maltrata, se le abandona o no se le da los cuidados que cualquier animal requiere, es claro que este no sabrá convivir con los humanos pues sentirá temor de ellos y estará siempre a la defensiva aun cuando no se le pretenda hacer daño.
Sin importar la reputación que estos perritos tienen, muchos somos testigos de que son seres llenos de amor y bondad, además de ser muy juguetones y excelentes protectores. Tillery es un hombre que está de acuerdo con lo anterior, es por eso que en cuanto tuvo la oportunidad de adoptar a un cachorro pitbull no la desaprovechó e incluso publicó su felicidad con su nuevo amigo en Facebook sin imaginar que esto le traería muchos problemas después.
Tillery nombró al pitbull como Diggy y enseguida compartió una fotografía de ambos en Facebook. Y claro, como internet todo se esparce como pólvora, más tardó en subir la fotografía que la policía tocar su puerta pues un ¨amigo¨ de Tillery lo había denunciado por poseer un Pitbull ya que esta raza está prohibida en Michigan, así que sin más la alegría del sujeto se vino abajo pues tuvo que despedirse de Diggy pero sabía que no podía quedarse cruzado de brazos.
Tillery se asesoró para poder encontrar una ley que trajera a casa a su amigo perruno, también decidió escarbar en su árbol genealógico llegando a la conclusión de que Diggy en realidad no era un pitbull sino un bulldog americano. Con esto ya podría ir a la comisaria y reclamar para que le entregaran a su amigo, claro, siempre y cuando pudiera comprobar lo que había descubierto.
Una vez en la comisaria, Tillery descubrió que no era posible que los policías identificaran con exactitud la raza del perro sin un especialista, cosa que no sucedió cuando se llevaron a su amigo así que todo había sido de manera ilegal, definitivamente Diggy tenía que estar con Tillery y la ley debía aprobarlo.
Tillery nunca se rindió a pesar de que el proceso para recuperar a su amigo fue largo y muy agotador pero finalmente Diggy volvió a casa y ambos no podían sentirse más felices, finalmente el perrito tendría un hogar y era más que evidente que un amo que en verdad lo quería.
Afortunadamente esta historia tuvo un final feliz a pesar de todo. Sin embargo, dueños de otras razas no han corrido con la misma suerte y se han tenido que despedir con todo el dolor de su corazón de su amigo de cuatro patas.
Diggy se ha vuelto toda una celebridad en internet pues su caso fue muy sonado. A pesar de que hoy en día tiene muchos amigos perrunos, estamos seguros de que siempre su favorito será Tillery. Si el sujeto no se hubiese aferrado a su amigo perruno seguramente Diggy hubiese corrido con la misma triste realidad que muchos otros cachorros.
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