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viernes, 16 de diciembre de 2016

Aprende a leer a las personas como lo hace un agente del FBI

A la hora de leer a las personas para determinar si son de fiar o no, solemos fallar terriblemente. Quizá porque nos fijamos en aspectos superficiales como si el individuo viste bien, si es amable con su entorno o si tiene un buen trabajo, aún cuando abundan las historias sobre lobos que se disfrazan de ovejas.

Como aconseja Mary Ellen O’Toole, especialista en leer a las personas y ex trabajadora del FBI, “para ser un buen lector de comportamiento, tienes que ver y escuchar” con mucha atención para llegar más a fondo de lo que se detalla a simple vista. A continuación te enseñamos algunas claves, extraídas del libro Instintos Peligrosos: Cómo Nuestros Instintos Nos Traicionan, de O’Toole, para interpretar algunas señales y detectar a personas peligrosas.

Aprende a leer a las personas como lo hace un agente del FBI

Acostumbran a culpar a otros

O’Toole plantea este escenario: si estás en una cita con alguien y menciona una relación pasada de la que nada bueno tiene que decir, y que además, le atribuye la culpa de absolutamente todo (aunque no la merezca), son elementos a considerar.  Más si esto de evadir la responsabilidad se repite en otras áreas de su vida.

Son abusivos con otras personas

¿Cómo tratan a los trabajadores de un restaurante? ¿O a una doméstica? Pudiéramos citar otros ejemplos en los que se establece una relación de “servicio” de las que mucho podemos rescatar. Una persona que no es de fiar, clasifica a otros por rangos, creyendo así que existen individuos “inferiores” con los que puede comportarse de forma abusiva o irrespetuosa.
En efecto, hay lobos que se disfrazan de ovejas, pero también hay circunstancias en las que sostener una falsa personalidad se escapa de sus manos, como en aquellas en las que pueden ejercer control sobre otros.

Son poco compasivos y empáticos

A lo largo de su carrera, O’Toole detectó, casi en la totalidad de los casos en los que trabajó, la correlación entre la falta de empatía y compasión con la peligrosidad.

O’Toole sugiere que para este tipo de personas, sentirse afectado por los sentimientos ajenos es una emoción que no valen la pena tener. Por lo mismo, no les importa burlarse de la apariencia de otros, ni herirlos con toda la intención tocando temas sensibles para ellos.

Otra forma en la que pudiera evidenciarse la falta de empatía o compasión, sería en el caso de que, durante una conversación delicada que involucre emociones fuertes o cualquier otra conjetura, el individuo interrumpa a cada instante para que el rumbo del tema se incline hacia él.

Hablan sobre violencia y se irritan con facilidad

Sí es cierto que hay momentos en los que se nos alteran los nervios y nos invade el enojo. Es natural, somos humanos. Pero, ¿qué hay de esas personas que ven la violencia como la salida a todos los problemas? Tal vez no lo confiesen expresamente, solo basta con escucharlos y observarlos en situaciones irregulares para darnos cuenta si éste se trata de su lema.

Si el comportamiento no te dice mucho… los gestos nunca mienten:

Cómo mueven las manos

¿Por qué fijarte en las manos para leer a las personas? Las manos comparten más conexiones nerviosas con el cerebro que cualquier otra parte del cuerpo. Entonces es así que involuntariamente revelan -mediante posturas específicas- emociones, reacciones y sentimientos que tal vez queramos reservar para nosotros.
Por ejemplo: apretar las manos denota estrés o preocupación. Acariciar el cuello con un dedo es un intento inconsciente de calmar el estrés y juntar la punta de los dedos -como en señal de oración- indica que estás confiado de lo que dices.

Pies y piernas

La posición o movimiento de las piernas también revela más de lo que puedes imaginar. Si estás conversando con alguien, sentados, y notas que sus pies se vuelven inquietos tras tocar un punto en concreto, tal vez se sienta incómodo o estresado por lo que has dicho.

Además de esto, presta atención si cruzó los tobillos, pues significa que siente miedo, incertidumbre o que está conteniendo una emoción negativa. Los hombres suelen cruzar los tobillos exhibiendo la entrepierna y las mujeres, juntando las rodillas y tal vez apoyando sus manos sobre ellas.

Otra señal a considerar, si sus pies apuntan a una dirección distinta a ti, es posible que la persona quiera dar por terminada la conversación.

Expresiones faciales

Toma nota de estas señales: hablar y tocar en simultáneo la nariz o el rostro, podría significar que se está siendo cauto con la próxima respuesta. Si la persona miente, una serie de gestos lo delatarían, como tocar la cara con la mano, cruzarse de brazos e inclinarse.

Para contemplar no solo intenciones negativas, levantar las cejas al ver a alguien, es una clara señal de emoción por su presencia. E inclinar la cabeza enérgicamente significa que la persona se siente cómoda y amistosa.

¿Qué te han parecido estas claves para leer a las personas de la ex analista de conducta del FBI, Mary Ellen O’Toole?

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