Cuando el hombre de la casa viaja mucho por cuestiones de negocios o trabajo debe cuidarse las espaldas si tiene una esposa joven y bonita, pues esta situación se presta mucho para la infidelidad de ambos lados. La mujer por quedarse sola en casa puede hacer lo que quiera con quien quiera.
Pero el hombre solo en otras latitudes también puede hacer lo mismo, cuando no se llevan a la amante desde que parten de la ciudad donde vivan. Esto es una historia de nunca acabar, pero lo peculiar de esta historia es que el marido era celoso, pero él buscaba encontrar en sus archivos escenas con hombres y lo que vio al regreso de su viaje casi le da un paro cardíaco.
El tenia plena confianza en la mujer que ayudaba a su esposa a realizar la limpieza de su hogar, más sin embargo por muchas cosas que se escuchan el decidió curarse en salud e instalar en toda la casa cámaras escondidas sin que ni siquiera su esposa se enterara, teniendo un acceso total a todos y cada uno de los rincones de la casa.
Se encargó el mismo de instalar el sistema de cámaras y se aseguró que no quedará ni el más mínimo centrómero sin vigilancia. El día de salir de viaje de negocios por varios días llegó. Él se percató de dejar las cámaras grabando de día y de noche, pues esto le daba mucha seguridad de que si en su casa entraba algún extraño él iba a saber con quién lo estaba engañando su esposa.
Venia notando un cambio extraño en su conducta y estaba sospechando que ella le estaba siendo infiel. Al venir de regreso a casa después de 5 días fuera, venia ansioso para poder revisar las cámaras de vigilancia, al llegar a casa saludó, soltó las maletas y se internó en su biblioteca con la excusa de trabajo.
Venia notando un cambio extraño en su conducta y estaba sospechando que ella le estaba siendo infiel. Al venir de regreso a casa después de 5 días fuera, venia ansioso para poder revisar las cámaras de vigilancia, al llegar a casa saludó, soltó las maletas y se internó en su biblioteca con la excusa de trabajo.
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