Me parece increíble pensar que alguien es capaz de maltratar o abandonar a un tierno e inocente animal, pero lamentablemente, esto ocurre a diario.
Y lo peor de todo es, que los desgraciados que son capaces de hacerlo, muy pocas veces han tenido la condena merecida.
Por suerte, también existen jueces con criterio y amantes de los animales, como es el caso de Michael Cicconetti, quien ha decidido hacer todo lo que está en sus manos para defender a estos inocentes animales.
Michael tuvo su primer perro cuando era un niño. Un teckel llamado Herman ha sido su mejor amigo de la infancia y ahora, tiene un Boyero de Berna de 10 años llamado Kasey.
Pero el amor de este juez por los perros no solo lo demuestra con los suyos. Los animales son también su vocación, algo que puede verse en sus juicios.
Evidentemente, el juez no puede poner el castigo que le apetezca porque debe seguir las leyes. Pero ha conseguido de una forma muy inteligente que los maltratadores prueben de su propia medicina.
“Este castigo no debe poner en peligro a nadie, pero eso no significa que ellos no deban sentir algo de incomodidad y vergüenza”, dice Michael.
Como ha sido el caso de la siguiente mujer, quien ha tenido que presentarse ante Michael por haber vivido su perro un terrible abandono entre una horrible suciedad. El juez consideró oportuno que ella debía sentir lo mismo que sintió su perro, y decretó que la mujer pasara un día entero en un basurero local. Como era de esperar, a ella no le hizo ninguna gracia la condena, a lo que Michael supo bien que contestarle:
“Quiero que vayas al basurero y encuentres el lugar más maloliente que haya. Quiero que te sientes ahí durante ocho horas al día y pienses en lo que le hiciste a tu perro mientras sientas el olor. Y si vomitas, pues vomitas”.
En otro de sus casos, una mujer abandonó a 35 gatitos en el bosque. Y Michael, además de la prisión y de imponerle una multa, le hizo pasar una noche entera sola en ese frío bosque como castigo.
Michael espera que sus reglamentados castigos puedan ayudar a generar conciencia sobre el maltrato y el abandono de los animales.
Él solo quiere que se dejen de hacer barbaridades con inocentes animales.
Este ingenioso juez, amante de los animales, no juzgaba con estos ocurrentes castigos desde que comenzó su profesión, sino que empezó a utilizarlos cuando se dio cuenta de que los maltratadores eran reincidentes.
Como los castigos implantados parecían no surtir efecto, se vio obligado a buscar otra solución que radicase el problema.
En el vídeo que verás a continuación, puedes escuchar a Michael juzgar y castigar con una de sus increíbles sentencias:
Michael es un gran juez y espero que más personas lo acepten.
¡No olvides COMPARTIR esta historia con tus amigos para elogiar a Michael y a sus magníficos juicios!
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