Es común pensar que la zona cercana a la planta de energía nuclear de Chernóbil carece de vida. Sin embargo, a más de 32 años del accidente nuclear, hay más de 3.500 personas cada día que trabajan entre más de 250 perros callejeros que deambulan por los terrenos.
A los perros se les puede encontrar en casi todas las áreas del sitio de Chernóbil , incluidas las áreas interiores y controladas.
¿Por qué son tantos?
Cuando el accidente nuclear tuvo lugar, los vecinos de Chernóbil tuvieron prohibido llevarse consigo a sus perros por motivos de seguridad. Así que los abandonaron a su suerte. Los que viven ahora allí son los descendientes de esos perros abandonados.
Ahora, los trabajadores han tomado cariño por los perros y guardan trozos de sus propias comidas para alimentarlos. Los perros son expulsados del bosque a la planta de energía por manadas de lobos y por falta de comida para mantenerse en la zona de exclusión.
También existe evidencia de que algunos de los perros de Chernóbil se están reproduciendo con los lobos que viven en la zona de exclusión.
El accidente nuclear
En la primavera de 1986, el reactor de la Unidad 4 en la central nuclear de Chernobyl en Ucrania explotó y diseminó materiales radiactivos al medio ambiente. En respuesta al desastre, la antigua Unión Soviética estableció una zona de exclusión de 30 km alrededor de la instalación y evacuó a más de 120,000 personas de 189 ciudades y comunidades. A los evacuados no se les permitió traer nada que no pudieran llevar. Las mascotas fueron abandonadas.
Después de la evacuación de Pripyat y la Zona de exclusión en la primavera de 1986, se enviaron soldados del ejército soviético para disparar y matar a los animales en Pripyat que habían quedado atrás, pero fue imposible acorralar y sacrificar a todos los animales en los diversos pequeños pueblos en toda la zona de exclusión.
Estas exmascotas vivieron en la zona de exclusión, y migraron a la planta de energía nuclear de Chernobyl, donde sus descendientes permanecen hasta el día de hoy.
Intentando cuidarlos
Actualmente, una ONG intenta cuidar a estos perros que han quedado allí solos y siguen multiplicándose. Durante los últimos cuatro años, los cofundadores del Clean Futures Fund viajaron a Ucrania como parte de un programa de trabajo vocacional en la Planta de Energía Nuclear de Chernobyl (ChNPP).
Durante su tiempo en Chernobyl, se sorprendieron al descubrir la gran población de perros callejeros que viven alrededor de la planta y en la zona.
Para seguir con su tarea, han lanzado una campaña en Go Fund Me para recaudar fondos y seguir ayudando a los animales abandonados en la zona.
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