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lunes, 22 de febrero de 2016

Por Qué Deberías Aprender A Pedir Ayuda De Vez En Cuando

A veces nos gusta hacernos los tipos duros o las mujeres fuertes, pero no tiene ningún sentido. Todos necesitamos de vez en cuando que nos den un abrazo, un consejo o incluso un poco de dinero si las cosas se tuercen. Lo que pasa es que a menudo preferimos sonreír aunque estemos tristes, para no preocupar a nadie ni darle demasiada importancia, o nos ponemos una coraza de fuerza para que no nos hagan daño.

Es normal, nos puede dar apuro pedir favores para no molestar, o quizá nos dé miedo que los otros se aprovechen: hay personas que hacen favores de forma interesada, y que utilizan cualquier muestra de vulnerabilidad para someter al otro. El favor que les debes se convertirá en un arma para pedirte otra cosa, de la que no podrás escapar. Lo que pasa es que no todo el mundo se aprovecha, y es una pena que nos perdamos la posibilidad de confiar y apoyarnos unos a otros, por culpa de una mala experiencia.

Los grandes genios y las personas de éxito han sido capaces de pedir ayuda y contar con los demás, porque es la única manera de conseguir alguna cosa. Por eso se dice la frase de que “detrás de un gran hombre hay una gran mujer”. Aunque puede aplicarse también al revés y de todas las formas, porque detrás de una gran persona a menudo hay muchas personas maravillosas.

No es valiente el que se queda llorando para que nadie le vea, o el que lucha sin descanso ignorando la fuerza del trabajo en equipo. El valiente, el fuerte y el que triunfa sabe que para cualquier proyecto, tanto una empresa como una familia o incluso para sobrevivir, se necesita a los demás.

No es lo mismo ser autónomos que pretender ser auto-suficientes. Vivimos en sociedad, y todos los días deberíamos dar gracias por lo que recibimos de lo que otros producen. Reconocer nuestras limitaciones en realidad nos da alas para llegar mucho más lejos. Por eso es importante contar con una buena red de amigos, un núcleo familiar fuerte donde sentirnos en casa, y un hombro para llorar los días malos. También hace falta aprender a delegar, contar con otros para no cargarnos demasiado esfuerzo en las espaldas.

“Si caminas solo, irás más rápido; si caminas acompañado, llegarás más lejos” Proverbio chino
Nos guste o no, sin apoyo físico, económico o emocional de los demás, no podremos llegar a ninguna parte. No se trata de ir por la vida solos, sino de elegir compañeros que merezcan la pena; un socio de fiar, una pareja incondicional y amigos de confianza con los que poder contar para llegar mucho más lejos y mejor acompañados.

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