Independientemente de que tengas o no pareja, de que tengas o no una vida social saludable, hay días en los que te apetece disfrutar de tu propia compañía. Estar solo no implica encerrarse en casa y no ver la luz del sol. Más allá de los maratones de series, que ya los harás solo y no te lo tenemos que contar nosotros, te proponemos varios planes para pasártelo bien sin tener que aguantar a nadie.
Libro + café en La infinito
Si vives en Madrid, acércate a La infinito, coge un libro de sus estanterías y pídete un batido. Busca un sillón libre y deja que pasen las horas sumergiéndote en las páginas y levantando la vista de vez en cuando para observar tu entorno. Cuando te canses, si te has enfrascado tanto en la lectura que no puedes vivir sin conocer el final, te lo puedes comprar, o si no te importa vivir con el misterio, lo vuelves a dejar y te das un paseo por el barrio de Lavapiés.
Aprende a bailar Swing
Te apetece bailar pero no con te arrimen la cebolleta en algún baile latino donde muchos más van a ligar que a mover el esqueleto. Todavía no lo sabes pero el swing es lo que estabas buscando. Es un baile que automáticamente te pone un sonrisa en la cara. Será la música, será que te transporta al Estados Unidos de los años 20. Conocerás gente, harás ejercicio, escucharás buena música y perderás la noción del tiempo. En Swing Maniacs tienes varias direcciones. Pruébalo y nos mandas un Snapchat con tus primeras piruetas.
Apúntate a yoga
Deja atrás las reticencias. Si tanta gente se ha enganchado es que algo tendrá. Muchos se creen que van a echar una siesta y sale de su primera clase de yoga con agujetas. Porque no solo vas a encontrarte contigo mismo, también a conectar con músculos de tu cuerpo que no sabías ni que existían. Harás estiramientos, posturas imposibles, aprenderás a respirar como los yoguis y saldrás de cada clase renovado, sereno y con fuerzas para comerte el mundo. Una opción es la Escuela Internacional de Yoga con sede en Madrid, Valencia, Mallorca, Santiago, Sevilla, Cádiz y Elche, pero infórmate bien antes de ir, porque hay muchos tipos de yoga y tienes que encontrar el que mejor vaya contigo.
Viaja en solitario
Claro que no es para todo el mundo, pero los que lo han probado dicen que viajar solo es una experiencia única. Hay un momento muy duro en el que estás en la otra punta del mundo y te preguntas “qué estoy haciendo aquí”, pero pasada esa pequeña crisis, te das cuenta de que ves las cosas con otros ojos, vas a tu ritmo y además es la mejor manera de conocer gente. Cuando vas en grupo no te paras a hablar con nadie, pero si estás solo seguro que eres más receptivo y puedes volver a casa con grandes amigos en tu mochila.
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