¿Cuántas veces no has aplazado la alarma para dormir 5 minutos más? Esta inocente práctica, casi hábito, podría estarte afectando en vez de beneficiarte.
Un “coyotito”
La alarma interrumpe el ciclo natural del sueño, hecho que interfiere con la habilidad de levantarte adecuadamente.
¿Te ha pasado que te lleva demasiado tiempo espabilarte? A esto se le conoce como inercia del sueño.
Una vez que aplazas el despertador, tu cuerpo regresa a dormir, ¡de un modo más profundo! Lo que provoca que tu organismo se “descontrole” más cuando suena nuevamente y es hora de levantarte. Al apagar la alarma y volver a dormir, es más probable que sufras de inercia del sueño.
¡En sus marcas, listos, fuera!
Por ende, la recomendación es que trates de despertar lo más pronto posible y evites, a toda costa, apagar el despertador.
De ser posible, mantenlo lejos de tu cama para que no aplaces tu alarma.
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