Las enfermeras y los enfermeros, así como los auxiliares de enfermería, son el corazón del cuidado de la salud. Tan importante es su trabajo como el de los médicos pero, sin embargo, muchas veces olvidamos que sin su labor, nada sería posible.
Ellos son esos ángeles de profesión que cuando el miedo, el dolor y el frío de los problemas de salud nos atenazan, están en el lugar que necesitamos con la firme disposición de hacernos más liviano el malestar.
Podemos olvidar sus nombres, pero nunca olvidaremos su trato
Podremos olvidar sus nombres pero lo cierto es que nunca olvidaremos cómo nos trataron y cómo nos hicieron sentir. Como en todos los ámbitos de la vida, nos encontraremos con personas más o menos hábiles y más o menos profesionales.
Sin embargo la inmensa mayoría están donde están porque aman su trabajo, aman ayudar y aliviar los dolores de los demás. Su pasión por el cuidado hace de su profesión un arte. Para ello se requiere una gran devoción y una dura preparación que exige una dedicación total y profunda.
Las personas que se dedican al ejercicio de la enfermería son almas de corazón y de cuidado que pasan por nuestra vida, almas a las que les es suficiente un minuto para dejar una huella que se mantiene por toda una eternidad en nosotros.
Ellos son profesionales resueltos, activos y dinámicos que están siempre en primera línea de batalla, que consagran su vida a la atención médica de las personas que lo necesitan, sean de la condición que sean.
El amor por la vida, el principio de su vocación
Aman la vida y, por ello, luchan cada segundo porque la atención sanitaria sea la mejor. Cambian pañales, toman constantes, manejan medicaciones, canalizan emociones y nos acompañan en los momentos más duros de nuestra vida.
Por eso, justamente por eso, debemos rendirles homenaje día tras día. Porque sin su labor, sin su corazón, sin su afán de ayuda al prójimo y sin su motivación por el apoyo constante y el conocimiento de cada realidad, nuestros sistemas sanitarios no se sostendrían.
El cuidado es la esencia de la enfermería
Porque si hay algo que estos ángeles sanitarios definen es que una carrera no es una simple profesión, sino una forma de vida. Porque la enfermería es mucho más que un oficio, es un desempeño profesional en el que conviven el conocimiento, corazón, fortaleza y humanitarismo.
Por todo esto hoy va por todos ellos, por cada uno de esos enfermeros y enfermeras que nos apoyaron y que día tras día se mantienen firmes en la pelea para que todos tengamos a nuestro alcance una asistencia sanitaria de calidad.
Porque están hechos de una pasta diferente, porque tienen remedios para todo, porque llevan la emoción en las venas, porque son el corazón del cuidado de la salud. Por eso se merecen un gran homenaje de profunda gratitud. ¡¡Gracias por ser nuestros ángeles protectores!!
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