Luchadora, optimista, incansable... pero finalmente Bimba Bosé ha perdido la batalla contra el cáncer. La modelo, diseñadora, cantante y DJ, que ha fallecido a los 41 años en el Hospital Ramón y Cajal rodeada de su familia, no perdió la sonrisa, nunca, y siempre tuvo palabras llenas de positivismo a pesar de que era consciente de lo impredecible que era su futuro. Desde que le diagnosticaron la enfermedad en el año 2014, la sobrina de Miguel Bosé supo que no podía venirse abajo y que tenía que plantarle cara. Así lo hizo y fue en todo momento un ejemplo a seguir que derrochaba valentía y nunca borraba la sonrisa de su rostro. "Estoy convencida de que me voy a curar. Porque quiero vivir", nos confesó el pasado verano en una sincera entrevista.
"Bimba Bosé ha fallecido esta mañana rodeada de sus seres queridos tras una larga, valiente y heroica lucha contra el cáncer. La familia solicita que sea respetada su privacidad en estos difíciles momentos y agradece profundamente las muestras de cariño recibidas en todo este tiempo. El deseo expreso de la familia es dar el último adiós a Bimba en la más estricta intimidad", recoge el comunicado enviado por la familia.
Sabiendo que no podía confiarse, ella siempre se mostró muy cauta y prefirió no adelantarse: “Estoy bien, pero del diagnóstico prefiero no hablar, porque varia cada día”, confesaba en octubre en el que fue el último acto público al que acudió, precisamente como una de las embajadoras de la campaña con Ausonia y la Asociación española contra el cáncer. De hecho, el pasado mes de junio se habló de que había dado un paso atrás en su recuperación y ella, con la sinceridad que siempre la ha caracterizado, aseguró: "Me diagnosticaron un cáncer de mama en la mama izquierda, me operé y sigo en tratamiento. Nunca me he curado. Esto irá para largo".
Su mensaje siempre tuvo buenas dosis de realidad pero estaba lleno de optimismo: "Dicen que el éxito de la cura es ver el futuro y no el pasado". Y ella el futuro no lo veía de otra manera que no fuera al lado de sus dos princesas, sus hijas Dora, que este año cumplirá 13 años, y la pequeña June, que hará seis, además de su chico, que ha sido uno de sus principales apoyos en sus momentos más difíciles. "Charlie lo es todo para mí. Es una pieza fundamental, que si me la quitaran, no sé qué pasaría", nos dijo en ¡HOLA!, y añadió: "Él me ha ayudado mucho a poder poner palabras a los sentimientos y las emociones que antes me costaba un montón exteriorizar". "Mis hijas son maravillosas y me ponen las pilas totalmente. Son deliciosas", confesó recientemente.
Bimba pensaba en su enfermedad como un enemigo al que se podía vencer y por eso luchaba con una gran fortaleza, esperando, además, que su ejemplo pudiera servir a otros enfermos de cáncer: "Es una necesidad, por mí y porque creo que, siendo un personaje público, puedes ayudar a gente que está pasando por lo mismo". Sin duda, ha sido un gran ejemplo para muchas personas y su recuerdo pemanecerá para siempre en la memoria de todos. Hasta siempre, Bimba.
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