¿Alguien se acuerda del primer Smartphone o teléfono inteligente que se comercializó? ¿Fue el Iphone que Steve Jobs se sacó de su chistera en 2007 y que terminaría por acabar con el liderazgo incontestable de Nokia por aquel entonces? Posiblemente sí, el iPhone de aquel año fue el primer dispositivo que se podía definir como inteligente, aunque características como tal no es que tuviera muchas. Quizás su pantalla multitáctil, que los directivos de Nokia no alcanzaban a entender para qué la utilizarían los usuarios.
Sin embargo, unos años antes, en 1998, apareció en el mercado el primer móvil al que se le puso el apellido de Smartphone. Era el Ericsson GS88, también conocido como ‘Penélope’, y lógicamente carecía de cualquier funcionalidad ‘smart’. Nunca se llegó a comercializar.
Hoy en día sí podemos hablar de dispositivos con funcionalidades que los hacen inteligentes, como por ejemplo los asistentes de voz como Siri en los iPhone, Cortana en los pocos Nokia o Microsoft que hay en el mercado, Google Assistant en los dispositivos Android, o Bixby en los terminales Samsung. También los mapas, como los de Google o Apple que integran sus dispositivos, podemos considerarlas como aplicaciones ‘inteligentes’ que nos guían por donde queremos desplazarnos.
El último dispositivo premium de Huawei, el Mate 10 lanzado en el último trimestre de 2017, lleva el primer procesador con alguna característica de Inteligencia Artificial. Y es verdad. He tenido la oportunidad de probarlo, y sorprenden gratamente el reconocimiento fotográfico de objetos y escenas y el traductor, increíblemente rápido y con una calidad en la traducción digna de destacar.
Los expertos, no obstante, señalan que será el año 2023 cuando los Smartphone serán realmente ‘inteligentes’ gracias a que confluirán todos los factores para que así sea: conectividad mejorada gracias al 5G, procesadores neuronales y neuromórficos que imitarán el comportamiento del cerebro humano, más y mejores sensores, mayor capacidad de memoria, y aplicaciones de inteligencia artificial con desarrollos más avanzados en machine learning, procesamiento natural del lenguaje, reconocimiento de voz, etcétera.
La consultora Deloitte, por ejemplo, señala que “en el año 2023 las redes 5G ya se deberían haber lanzado en la mayoría de los países desarrollados, ofreciendo mayores velocidades de transmisión de los datos, y menores tiempos de latencia o respuesta. Tan sólo en China habrá en cinco años más de mil millones de usuarios de 5G”.
Los chips dedicados con Inteligencia Artificial, explica la consultora, probablemente se hayan convertido en estándar en todos los smartphone para 2023, ya sean de gama Premium, media o baja, y serán los más comúnmente utilizados para asistir aplicaciones de machine learning para ofrecer mejores recomendaciones sobre rutas, realidad aumentada más realista o fotos más atractivas. “Dos tercios de los propietarios de Smartphone en el próximo lustro usarán al menos una aplicación de Inteligencia Artificial en su dispositivo, y cerca del 80 por ciento serán conscientes de que tienen un terminal con esas capacidades”.
Los sensores serán otro de los componentes mejorados en los Smartphone en 2023. Para los analistas, la cámara infrarroja en la zona frontal del dispositivo terminará imponiéndose como sistema biométrico de autenticación a los sistemas de huellas dactilares, que probablemente serán utrasónicos, lo que permitirá el reconocimiento de la huella a través del vidrio y del metal, incluso cuando los dedos estén mojados y con grasa. Incluso los sensores de GPS serán más precisos, y permitirán una localización con un margen de error de apenas 30 centímetros, frente a los cinco metros actuales.
Deloitte predice también para 2023 que más de las tres cuartas partes de los propietarios de smartphone en los países desarrollados usarán alguna forma de autenticación biométrica, y el 80 por ciento de los móviles inteligentes tendrá al menos un sensor biométrico dedicado, como una huella dactilar, lector o escáner facial 3-D. En la actualidad sólo el 29 por ciento de los usuarios de dispositivos inteligentes utilizan la autentificación de la huella digital, cuando alrededor del 42 por ciento de dispositivos cuentan con un sensor dedicado de huella digital.
También relevante para la mejora de las capacidades de Inteligencia Artificial será la memoria. Los Smartphone en 2023 tendrán, lógicamente, mayor memoria de almacenamiento. El promedio será, según los expertos, de 128 GB, en comparación con los 32 GB actuales, por lo que habrá más espacio para las aplicaciones que utilizan aprendizaje automático o machine learning.
Por último, dice Deloitte, aunque el ion de litio seguirá siendo la base de casi todas las baterías utilizadas en los Smartphone, la mayor eficiencia de los procesadores neuronales y neuromórficos que aprovecharán las capacidades de Inteligencia Artificial ayudarán a reducir el uso y consumo de las baterías, algo que ya hoy es capaz de hacer el procesador Kirin 970 que calza el Mate 10 de Huawei, con mucho éxito como he podido comprobar.
Y en ese devenir para 2023, ya como dispositivo inteligente de verdad, el Smartphone se convertirá en la llave suiza que podrá autenticar a sus propietarios en entornos físicos y digitales, incluyendo casas, habitaciones de hotel, coches, autobuses, trenes, aviones, comercio electrónico, o webs de entidades financieras.
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