Por fin se han acabado las navidades, y si has conseguido llegar vivo al día de hoy solo podemos darte la enhorabuena. Has sobrevivido a comilonas extremas, cenas de empresa y a la noche de fin de año, todas ellas fiestas regadas en bebidas alcohólicas de todo tipo.
Y, claro, si hablamos de borracheras no podemos evitar referirnos a la resaca, esa compañera de viaje tan hija de puta de las mañanas post juerga. En torno a la resaca y cómo evitarla existen muchos mitos. Pero atención, porque muchos de ellos son falsos. Y es que, desgraciadamente, parece que el remedio infalible contra la resaca no existe.
Una cervecita por la mañana y adiós resaca
Es uno de los rumores más extendidos, y aunque para muchos sería la coartada perfecta para seguir dándole al bebercio y alargar la borrachera, científicamente ha sido absolutamente desmentido. Tomarse una copa de vino o una cerveza no te va a quitar la resaca, en todo caso te la empeorará. Sentimos ser nosotros quienes te contemos la cruda verdad…
¿Resaca dulce?
Otro mito dice que la resaca se produce debido a niveles de glucosa bajos en sangre, y que comer algún dulce a la mañana siguiente tras la borrachera puede aliviar los síntomas o incluso hacerla desaparecer. Nuevamente se trata de un mito falso, así que tampoco podrás utilizar la resaca como excusa para ponerte hasta el culo de chocolate. Eso sí, parece que tomar bebidas azucaradas entre copa y copa puede minimizar la resaca posterior, aunque no la evitará.
Hombre o mujer, lo mismo da
La resaca es igual en hombres que en mujeres, igual que los efectos del alcohol. Aunque se suele creer que las mujeres tienen “peor beber”, el alcohol afecta del mismo modo a mujeres y a hombres; esto quiere decir que las copas “subirán a la cabeza” igualmente sin importar el sexo. Cómo reacciona el organismo al alcohol dependerá de la tolerancia de cada uno y, claro está, de la cantidad ingerida. Con la resaca, ocurre exactamente lo mismo.
Camarero, una de pierna de cordero por aquí
Otra creencia dice que tomar una cena rica en grasas o pegarse un festín ayudará a tener una borrachera más suave y, por lo tanto, a no tener resaca. Incluso hay quien recomienda tomarse dos cucharaditas de aceite crudo para preparar el estómago. Lo cierto es que los alimentos grasos absorben mejor el alcohol, y pueden ayudarte a que tardes más en notar los efectos de la embriaguez, pero no te engañes, de la resaca no te salvará nadie.
Noches de desenfreno, mañanas de Ibuprofeno
El sueño de cualquier ser humano tras una larga noche de juerga: tomarse una pastillita milagrosa y acabar con ese martillo que te machaca las sienes desde que te despiertas. Pero tal remedio no existe. Sin embargo, parece que los antiinflamatorios no esteroides sí pueden ayudarte bastante a mitigar el dolor de cabeza típico de la resaca (aunque hay que andar con ojo dependiendo de cómo tengas el estómago, porque la cosa puede acabar en tragedia en el baño). Al final será cierto el dicho: “noches de desenfreno, mañanas de Ibuprofeno”.
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