Fíjense bien en el título del artículo porque esto solo es válido para “hombres solteros mayores de 30″. Como todos los listados, son cosas que al ocurrir un número n de veces se dan por válidas, pero claro, siempre habrá excepciones -que deben estar escondidas en cuevas-.
1. Nunca des nada por sentado
¿Has salido de una primera cita desastrosa? No pasa nada, cuando menos te lo esperes te llamará y te quedarás a cuadros. ¿Has salido de una primera cita/noche bastante buena? No esperes ni sentada porque quizás no te diga nada. Es así de desconcertante, así que no des nada por supuesto y disfruta el momento; lo que tenga que ser será.
2. O tienen mucha prisa o no tienen prisa por nada, no hay término medio
Dónde quedaron esas relaciones que se empiezan sin querer, sin pensar si estás o no empezando nada, solo disfrutando… Ya no existen. Ahora, de repente, si escribes mucho se montan la película de que quieres matrimonio e hijos y si escribes poco es que no tienes suficiente interés y no se ven en un futuro con “alguien así”.
3. No busques 3 patas: ahora más que nunca, si es sí, es sí; si es no, es no
Nosotras le damos vueltas a todo, y es un gran error, ya que podemos aplicar fácilmente aquello de que “cree el ladrón que todos son de su condición”. Deberíamos dejar de decir “no” cuando realmente queremos decir “sí”, y al revés, y ayudaríamos un poco a simplificar las cosas. Ellos, si alguna vez lo han hecho, ya no se andan con rodeos: si les interesas es sí y se moverán para conseguir cosas, y si no les interesas lo notarás por un eterno silencio repentino sin más explicación.
4. Si es sí, cuidado, se mimetizan con comportamientos similares a los nuestros
Y cuando tienes la suerte de que tira para adelante con valentía, empiezan a comportarse como algunas de nosotras en nuestros peores momentos. Frena, estos son a priori los valientes y los buenos, y quizás ese tipo de comportamientos sean inseguridades, que oye, ellos también las tienen. No juegues al “cuanto más caso me hacen menos me interesa”, porque entonces la que no está siendo coherente eres tú. Dale esa seguridad que necesita y todo volverá a la normalidad.
5. Si es no, no es una buena elección para ti, no pierdas tiempo
Ahora parece que tienen que tener las cosas cien por cien claras para dar pasos adelante como si estuvieran tomando la decisión más importante de su vida invitándote a una segunda cita. Cuidado, que aquí hay muchos (no todos) con síndrome de Peter Pan que están viviendo sus segundos 15 años. No insistas, si quiere algo, irá, y si no, a otra cosa.
6. Ahora más que nunca necesitan su espacio inquebrantable. Dáselo
Los treinta es una edad ya más madura en la que seguramente la mayoría están viviendo solos. Si consigues entrar en su mundo, ten en cuenta esto. Antes de llegar tenía su espacio, intenta que lo siga teniendo.
7. Nunca, jamás, ninguno se parecerá a ningún personaje de película romántica (creado idílicamente por una mujer) protagonizado por Matthew McConaughey o Ryan Reynolds
Nada de hombres preciosos que te cruzarás en medio de la calle mientras llevas tu café de Starbucks en la mano, despistada, y que se acercarán a intentar conseguir tu número de manera ingeniosa; olvídate. Eso es ficción, busca un poco de realidad y de imperfección.
8. Por supuesto, no miran ni últimas conexiones ni estados en línea ni nada similar. (¿Alguno puede reconocerlo si lo hace?)
La pregunta es la siguiente: ¿por qué nosotras sí perdemos minutos de vida mirándolo? ¿Qué va a cambiar? Nada, absolutamente nada; solo nos mantiene conectadas y pendientes de ellos. Ellos no lo hacen porque no se les ocurre. Están con sus cosas (como deberíamos estar nosotras), y si les escribes, genial, y si no, pues, en principio, genial, también.
9. Eso sí, sobre su vida, se replantean el universo entero
Quieren viajar más, incluso están pensando en cambiar de ciudad en la que vivir, están buscando su sitio y por ello “no quieren compromisos ni ataduras” a ningún lugar. Pero si les preguntas por hijos, todos te dicen: “sí, claro que sí, un chico y una chica. Y perros también”. Tú sonríes amablemente por el exterior, e irónicamente en tu interior, y nunca jamás dices lo de “¿no tenías 34 años?”.
10. Menos es, casi siempre, más
Comportarte como una loca con prisas de afianzar relaciones no te va a ayudar nada, y piénsalo, tampoco es lo que quieres con el primero que pasa, por lo que keep calm. Están en ese momento en el que hasta que la cosa tire para adelante (si es que tiene que tirar) es mejor no enseñar todas las cartas e ir despacio.
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