¿Qué es estar enamorado? Una difícil pregunta con miles de respuestas posibles, tan variables como personas hay en el mundo. Encontrar el amor no es fácil, ya que la mayor parte de personas que te encuentres por el camino, desgraciadamente, no serán compatibles contigo.
Y no solo eso, muchas veces, aunque sean compatibles, es probable que no estén disponibles. Y de los candidatos disponibles, solo unos pocos tendrán un potencial real para lograr que te enamores. Claro que nada de esto servirá de nada si tienes el corazón más cerrado que el puño de Rocky Balboa.
El amor es hermoso, aunque muchas veces acaba convirtiéndose en algo que no esperamos. De hecho, muchas relaciones terminan demasiado pronto porque la gente se engaña pensando que está preparado o dispuesto para amar, pero no lo está ni de lejos. El problema suele ser que creemos que el amor es la solución a todos nuestros problemas, pero solo estamos bajo una bonita ilusión. Y una relación que comienza como solución a un problema está abocada al fracaso.
En realidad somos nosotros los que elegimos a quién amar, quienes decidimos caer en el amor. Y estamos enamorados, solo una vez que aceptamos que lo estamos. Una vez que tomamos la decisión de amar a una persona cada día y a pesar de sus defectos. Porque la verdad es que cuanto más conocemos a una persona, más cuenta nos damos de lo defectuosa que es. Y es que el ser humano es intrínsecamente imperfecto, por lo que no tiene sentido creer en esa concepción idealista o idílica del amor por la cual se supone que existe alguien perfecto para cada persona, pero que solo hace falta que aparezca, casi por arte de magia. Porque en realidad, esa persona perfecta que todos buscamos no existe, nunca ha existido y nunca existirá.
Sin embargo, el hecho de no poder aspirar a algo que no existe no significa que no podamos apuntar hacia algo que sea “perfecto” para nosotros. El truco consiste en centrarnos en encontrar a una persona con todas las cualidades y virtudes que más valoramos. Y una vez la hayamos encontrado, amarla.
Eso sí, para amarla cada día, en lo que tenemos que centrarnos es sobre todo en las cualidades que la hacen perfecta para nosotros e ignorar sus defectos en la mayor medida posible. Porque en el momento en que empiezas a prestar demasiada atención a los defectos es cuando comienza el principio del fin de una relación. Así que, si puedes ignorarlos, hazlo. Serás más feliz.
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