Antes de Rodrigo Alves, el famoso “Ken Humano”, existió Celso Santebanes, un brasileño que hizo de las cirugías estéticas su modo de vida, anhelandi parecerse al novio de Barbie. Guardaba este sueño desde sus 16 años, cuando resultó campeón en un concurso de modelaje. En el 2013 saltó a la fama tras ser descubierto en un programa de televisión de su natal San Pablo.
Celso llegó a gastar hasta 50,000 dólares en arreglos estéticos. Las cosas empeoraron para él a partir de una infección en una pierna, causada por unos rellenos de hidrogel que se había implantado. No le molestaba que le dijeran que se veía como una muñeca.
Poco después le diagnosticaron leucemia y tras contraer una pulmonía, murió durante una de sus sesiones de quimioterapia.
En sus mejores tiempos, llegó a cobrar hasta 17,000 dólares por asistir a eventos y fiestas exclusivas.
Esperemos que esta historia nunca más se repita, llevar las cosas a los extremos nunca ha hecho ningún bien a nadie.
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