En esta última semana del año se celebra el Campeonato del Mundo de Ajedrez Rápido y Relámpago, tanto en hombres como en mujeres, en Riad (Arabia Saudí). Y como estaba previsto, el mundo del ajedrez ha vuelto a convulsionarse, algo que se tuvo claro desde que la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) fijó esta sede. Anna Muzychuk es la vigente campeona en ambas especialidades, pero no defenderá sus títulos, se quedará sin coronas. Y será así porque se niega a jugar en un país donde las mujeres no son tratadas como los hombres.
La ucraniana anunció que no participa “para mantener mis principios y no sentirme como una criatura de segunda categoría”, anunció en su cuenta de Facebook. Sucede que se niega, igual que su hermana, también jugadora de ajedrez, a ir vestida con abaya, una túnica que llevan las mujeres árabes. “En pocos días voy a perder mis dos títulos mundiales, uno a uno. Solo porque he decidido no ir a Arabia Saudí; por no jugar con las reglas de otros, por no llevar abaya, por no tener que ir acompañada cuando estoy en la calle…”, añadió en su comunicado.
Las mujeres han sido las más críticas desde un primer momento, sobre todo evocando lo que sucedió en Irán el pasado mes de febrero. Hay que recordar que en el Mundial celebrado en Teherán, se obligó a las mujeres a disputar las partidas con velo, lo que provocó que muchas jugadoras se negaran a participar. La FIDE se defendió argumentando que no había aparecido otra sede para organizar este torneo. En Riad el escenario es similar, de ahí que la polémica ahora se haya multiplicado con la decisión de la gran jugadora ucraniana.
Las autoridades de Irán, en su momento, dejarón muy claro que las participantes del Mundial Femenino de Ajedrez 2017 deberían llevar la túnica que cubre cabeza y pecho, pues de lo contrario cometerían una falta grave que podría acarrear hasta el arresto “Todo tiene sus límites y el hiyab que llevamos en Irán fue más que suficiente”, dijo Muzychuk , que en aquel Mundial cayó en la final ante la china Tan Zhongyi. Silvio Danilov, el expresidente de la Unión Europea de Ajedrez, señaló con dureza y contundencia a la FIDE, hablando de “total degradación moral” y preguntándose si el próximo torneo de esta importancia se disputará en Corea del Norte.
En este campeonato que se celebra en la capital de Arabia Saudí, las mujeres están disputando sus partidas sin velo, “algo histórico” según reconocen desde el interior del mundo del ajedrez. No ha faltado a la cita Magnus Carlsen, el más grande en la actualidad, a un torneo en la que las mujeres están siendo tratadas con absoluta nornalidad. Por el momento, ni una sola queja. La competición se está desarrollando sin incidencias, y sólo la mediática entrada en acción de Anna Muzychuk ha alterado el desarrollo de la competición.
Con el paso del tiempo, la presión de las mujeres ha ido provocando que cambien muchas cosas en el mundo del ajedrez. Ya son unos cuantos torneos celebrados en países árabes en los que no se obliga a las mujeres a llevar velo a la hora de disputar sus partidas. La FIDE también ha entendido que si el escenario no cambiaba, el boicot podría llegar a ser mayoritario en más de una oportunidad. En este Mundial que se celebra en Riad, se pensaba que el ambiente iba a ser más fundamentalista, pero no ha sido así.