Aaron Barker, de 26 años, infligió heridas devastadoras a los gatitos Panther y Baby mientras intentaban escapar desesperadamente.
Fueron golpeados, arrastrados, pateados y arrojados a una pared durante el impactante ataque en enero pasado, el tribunal escuchó.
Barker mintió diciendo que habían sido asesinados por un misterioso intruso mientras estaba en el trabajo y afirmó que había intentado revivirlos, incluso dándole uno el beso de la vida.
Pero el trabajador de salud mental fue encarcelado la semana pasada y se le prohibió mantener a las mascotas de por vida luego de un juicio de dos días en Nottingham Crown Court.
Fue declarado culpable de causar sufrimiento innecesario a los dos gatitos.
El daño a sus garras sugirió que habían tratado frenéticamente de escapar mientras sufrían el ataque cruel, durante el cual los veterinarios creen que fueron golpeados con un instrumento contundente, pateados, arrastrados y arrojados.
El acusado envió fotos de él acunando a Panther a sus amigos en Whatsapp poco después de haberlo llevado.
Negó que su trato sea violento con los pacientes en el trabajo. Panther y Baby, que estaban registrados para la novia de enfermera psiquiátrica de Barker, Verity Castle, fueron recogidos de la Liga de Protección de Cats solo 10 días antes de que los mataran.
La joven de 24 años presentó pruebas ante el tribunal por su novio y está a su lado a pesar de las preocupaciones de su familia por su seguridad.
Barker, de Basford en Nottingham, tiene una historia impactante de tortura animal según el hermano de Verity, Charlie, informó The Sun.
El administrador de DHL de 22 años le dijo a la publicación que Barker una vez mató a un jerbo en la escuela al conectarlo a un ventilador de techo. También supuestamente mató a dos hámsters y un gato llamado Milo.
El asesinato de Panther y Baby fue descrito por la inspectora de RSPCA, Laura Kirkham, como el caso más horrible que haya tenido que enfrentar.
El fiscal de RSPCA, Paul Wright, dijo que Panther sufrió una fractura de cráneo y sangre en el cerebro, mientras que el bebé blanco y negro tenía cinco costillas fracturadas y una ruptura del bazo.
Nigel Dicks, defendiendo, dijo que los más cercanos y queridos de Barker lo describen como una “persona amable … que ama a todos los animales”.
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