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jueves, 7 de diciembre de 2017

Descubren por qué tenemos el lóbulo de la oreja pegado o colgando

Al menos 49 genes contribuyen a la unión de esta pequeña zona.
Un caso práctico y sencillo de explicar la genética consiste en comparar los lóbulos de la oreja con el de nuestros padres. Sin embargo, un nuevo estudio de la Universidad de Pittsburgh ha revelado que está explicación puede ser más complicada de lo que pensábamos. Esto se debe a que se ha descubierto que al menos 49 genes diferentes interactúan en la creación del lóbulo.

Según el autor principal de la investigación, John R. Shaffer, "a veces, la genética de un rasgo bastante simple es, en realidad, bastante compleja. Al comprender esa complejidad, podemos trabajar para tratamientos de afecciones genéticas, muchas de las cuales tienen rasgos faciales distintos que afectan al lóbulo de la oreja, incluido el síndrome de Mowat-Wilson, que puede causar orejas ahuecadas con lóbulos protuberantes".

La colaboración internacional de China y Reino Unido ha sido clave para los resultados en el estudio, puesto que el tamaño de la muestra era mucho mayor y la diversidad étnica de los participantes proporcionaba una mayor profundidad de información genética.

La forma de trabajo ha consistido en la combinación de dos métodos de investigación diferentes. Uno a gran escala, consiguiendo resultados de una extensa red, pero sin detalle. Y otra más reducida y con más profundidad de matices.

Primero, el equipo investigó una muestra de un poco menos de 10.000 participantes que, además de proporcionar datos genéticos, se sometieron a un reconocimiento para determinar si sus lóbulos estaban unidos, separados o parcialmente unidos. Los sujetos proporcionaron además, algunos antecedentes médicos y fueron examinados para un historial familiar de malformaciones congénitas. 

Posteriormente, el equipo se asoció con una empresa de genética personal estadounidense para incluir a una cifra de 65.000 clientes que accedieron a participar en la investigación. Este hecho aumentó de forma drástica el poder estadístico del estudio. En este último caso, los voluntarios proporcionaron autoinformes sobre su estado del lóbulo de la oreja limitando la respuesta a unido o separado.

Con los resultados de la primera muestra, la del grupo reducido, los investigadores pudieron identificar seis genes que determinaban en buena parte la unión del lóbulo de la oreja.

Tras ampliar el análisis con la empresa estadounidense, se demostró que esos mismos seis genes volvían a estar fuertemente implicados en la fijación del lóbulo de la oreja. No obstante, a estos se añadieron otros 43 genes. Por tanto, en total hablamos de casi medio centenar de genes que influyen en el proceso de unión.

Los entresijos de la genética
"Tenemos estos 49 genes que sabemos afectan el apego del lóbulo de la oreja, pero no sabemos cómo funcionan juntos o interactúan entre sí", según Feingold, uno de los colaboradores del estudio. "Entender eso es el siguiente paso", ha señalado.

En este sentido, no es tan fácil por tanto, explicar los entresijos de la genética utilizando como caso práctico el lóbulo de la oreja. Queda demostrado que incluso un rasgo heredado aparentemente simple conlleva una compleja y fascinante interacción de genes que los científicos apenas empiezan a comprender.

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