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miércoles, 6 de diciembre de 2017

La ciencia de “Stranger Things”: ¿existen los universos paralelos?

“Stranger Things” es la serie del momento, su primera temporada fue un éxito en el servicio de streaming Netflix y se espera que la segunda, que se estrenó este 27 de octubre, vuelva a cautivar y aterrorizar a los fanáticos de Eleven y su pandilla.

Algo destacable de este programa, además de la trama y la vibra de películas clásicas como “E.T.”, “Los Goonies” o “La Cosa”, son las actuaciones del grupo de niños que protagoniza la serie, cuyos personajes poseen una gran curiosidad por la ciencia. Por esta razón, decidimos explorar las teorías científicas en las que de manera involuntaria (o quizá de forma deliberada) hace referencia “Stranger Things” y responder tres interrogantes que nos deja esta historia.

 ¿Los mundos alternos existen?

Aunque es poco probable (y reconfortante) que un universo paralelo y siniestro como el que se muestra en “Stranger Things” se encuentre cerca del nuestro, la idea de un mundo paralelo es un concepto que se repite en diversos artículos sobre multiversos que los físicos teóricos han propuesto durante décadas.

La idea de dos mundos paralelos con diferencias minímas entre uno y otro, y que además puedan interactuar ha sido un pilar de las teorías físicas que han tratado de explicar la mecánica cuántica, la gravedad y otros aspectos inexplicables de nuestro mundo y su naturaleza.

Esto no significa que definitivamente haya mundos alternos con monstruos aterradores, pero según Brian Greene, físico teórico de la Universidad de Columbia, en Nueva York, “La simple premisa de una realidad diferente no está en conflicto con las leyes de la física; sin embargo, existe un escepticismo respecto a la existencia de multiversos y a las teorías que los proponen debido a que no hay evidencia que las compruebe”.

¿Se puede viajar entre universos paralelos?
En “Stranger Things”, los habitantes de Hawkins, un pequeño pueblo de Indiana en el que nunca pasa nada, y que de acuerdo a la policía local no había habido desapariciones desde los años 50, viven acechados por un universo paralelo muy cercano al que los protagonistas llaman el “Upside Down”.

El “Upside Down” es un lugar casi idéntico al pueblo, pero que se encuentra en total oscuridad, y es el lugar en donde un horrible monstruo, al que llaman “Demogorgon”, se resguarda y mantiene cautivas a sus presas, habitantes de Hawkins que han tenido la desgracia de ser abducidos por esta criatura. Una de estas personas es Will Byers, cuya búsqueda pone en estado de alerta al pueblo y a su madre Joyce al borde de la locura, pues no sabe si lo que ve y escucha es real, pero está segura de que su hijo está vivo. Durante su búsqueda, descubre que Will está atrapado en este mundo alterno y que tiene la posibilidad de entrar e ir a rescatarlo.

Es en la trama de este personaje en donde surge otra interrogante: en el caso de que sí fuera posible la existencia de mundos alternos ¿sería posible que universos paralelos pudieran interactuar uno con el otro?

Aunque el programa es ficción, su concepción de los mundos paralelos está basada en una teoría física verdadera: la interpretación de los mundos múltiples (IMM) de Hugh Everett, que incluso es citada por el Sr. Clarke, el profesor de Ciencias de los chicos protagonistas.

Everett fue el primer físico que propuso una teoría sobre universos paralelos en la física cuántica. Su teoría de la interpretación de los mundos múltiples fue concebida como una posible solución al problema de la medida en la mecánica cuántica; en términos sencillos, la teoría de Everett propone que cuando alguien “mide” algo en el universo, dos realidades diferentes parten de ese punto; por ejemplo, si miraras tus zapatos para ver si están sucios o no, a partir de ahí habría una realidad donde tus zapatos están sucios y otra en la que no.

Aunque esta teoría no fue rechazada, la comunidad científica encontró que desde un punto de vista lógico evade otros problemas asociados a otras interpretaciones más convencionales de la mecánica cuántica; sin embargo, recientemente se ha propuesto que universos adyacentes al nuestro podrían dejar una huella observable en la radiación de fondo de microondas, lo cual abriría la posibilidad de probar experimentalmente esta teoría.

En cuanto a si universos múltiples podrían interactuar, así como lo plantean en “Stranger Things”, en donde incluso sus personajes pueden entrar y salir del “Upside Down” esto no es posible. “El universo se ramifica en muchas copias de sí mismo, pero estas vías ramificadas nunca pueden interactuar”, expresó Bill Poirier, físico y químico cuántico de la Universidad Tecnológica de Texas en entrevista para LiveScience.

¿Es posible encontrar un portal a otro mundo en nuestro mundo?
En años recientes, Poirier ha propuesto una variante de la teoría de la interpretación de los mundos múltiples a la que llama many interacting worlds, algo así como la teoría de los muchos mundos y que describió en un artículo publicado en 2014 en el Physical Review X. La gran variante entre esta teoría y la original de Everett es que, en cierto sentido, estos mundos múltiples pueden “hablar” entre sí.

A diferencia de la concepción de Everett, en esta teoría no hay universos ramificados. Entonces, una persona podría tener un “gemelo”  malvado en un universo alterno, pero un individuo no se dividiría en dos. Aplicando esta teoría en el universo presentado en “Stranger Things”, estos mundos interactúan pero tienen marcadas diferencias, el “Upside Down” es siniestro y oscuro, mientras que el pueblo de Hawkins es monótono y normal, esto significa, según la propuesta de Poirier, que la gente en un mundo nunca podría viajar al otro pues no están para nada cerca.

Para que quede un poco más claro el por qué es imposible que un mundo como el “Upside Down” esté cerca del nuestro, imagina que los mundos alternos son como una montaña de panqueques (hot cakes), los universos más parecidos se encuentran más cerca entre sí, quizá serían los primeros panqueques de la pila, mientras que los que tienen diferencias más marcadas se encuentran más lejos, supongamos que estos mundos serían los últimos panqueques de la pila Cualquier diferencia lo suficientemente grande como para ser vista a simple vista significaría que los universos estarían tan distantes entre sí que nunca podrían viajar entre los dos, “Los únicos mundos que podrían realmente hablar e interactuar entre sí serían los que se movieran un poco, a escala nanométrica uno del otro”, explicó Poirier.

Ahora que ya sabes que el “Demogorgon” no vendrá por ti desde un aterrador mundo paralelo, ¿estás listo para ver “Stranger Things 2”?

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