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viernes, 11 de marzo de 2016

Fui 'La Otra' Durante Un Año Y Esto Es Lo Que Aprendí

Durante un año de mi vida estuve con alguien que tenía otro ‘alguien’, me convertí en “esa zorra que se ha liado con un tío con pareja”, esa a la que todos odiamos en las películas y que nadie de pequeña ha soñado con convertirse. Pero ¡ay amiga! qué fácil es hacer juicios sobre los demás cuando no se está en su pellejo. Me llegan a decir un tiempo antes que me enamoraría de alguien que me tendría como segundo plato, que me escondería y que me utilizaría simplemente para desahogar sus frustraciones, les hubiera metido una hostia.

Primera gran enseñanza

Todo el mundo tiene tendencia a culpar a ‘LA OTRA’. Si el affaire llega a oídos de la opinión pública, quedarás marcada como rompeparejas. Cuando el verdadero capullo es el (o la) que mete en su cama a alguien mientras comparte cama con otra persona o incluso luce un bonito anillo que simboliza la unión en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, blablablá….

Yo hasta ese momento yo había tenido relaciones normales. Si son serias, haces vida común, viajecitos, domingos tirados en casa, sábados de exposiciones, miércoles de cine… Lo típico. Si son rolletes, pues cada uno sabe lo que hay. No voy a predicar en esta materia. Pero descubrí un nuevo tipo de relación. La que se tiene con un tío que sí que tiene una pareja estable (e incluso hijos).

Segunda gran enseñanza

No lo esperes para quedar a comer, los domingos son para su familia, ¿ver una peli juntos? ¡Ja! Y si aun así consigues un contrato verbal para ir a pasar un día a otra ciudad para, no sé, hacer otras cosas aparte de follar… querida: prepárate para que te deje plantada en casa perfectamente depilada y con la mochila a medio hacer. Vamos, que eres un plan b en toda regla. Estás al nivel de ese colega con el que no te importa anular un plan por Whatsapp media hora antes con un “No puedo ir al final. Sorry :)”.

No hay que intentar comprender por qué por la noche cuando está contigo eres su diosa, y una vez que ya ha llegado al clímax es como si estuviera en la cama con un estropajo. Debe ser algo de hormonas y, a no ser que de repente haga un máster en Química, no puedo dar una explicación más allá que la que me han facilitado algunos amigos: “Cuando acabo de follar con una tía a la que no quiero, solo quiero irme o que se vaya. En seguida siento rechazo”. Pues eso. Que no esperéis la postura de la cucharita para dormir.

Tercera gran enseñanza

En esa situación también aprendes que no le puedes montar un pollo si no te contesta un mensaje en dos días, porque probablemente esté en casa de los suegros. Y que no va a existir ese momento en el que os ponéis a buscar billetes baratos para un viaje en verano, si no que vas a pasar julio o agosto esperando a que vuelva de la playa a la que ha ido con ella.

Cuarta gran enseñanza

Por salirnos un poco del drama, también aprendí algunas cosas graciosas/curiosas. Descubrí cómo es por dentro un hotel para infieles. No les falta de nada. Ni el espejo en el techo, ni la bañera gigante. Y ¡oh sorpresa! El pago al contado es de lo más común. Descubrí también que si intentas reservar una habitación en un hotel, esta vez normal, más allá de medianoche, lo más probable es que te encuentres con una inusual ocupación hotelera del 100%. Los recepcionistas deben tener la consigna de no dar reservas a esas horas intempestivas para evitar que lleguen clientes con putas o algo así. Una situación muy halagadora para mí.

Quinta gran enseñanza

También tienes que saber que él va a acabar volviendo a llamarte irremediablemente, por mucho que tú hagas propósitos de dignidad y te prometas a ti misma que nunca volverás a caer. Porque si teniendo una familia, busca desesperadamente metérsela a otra tía durante un año, es porque su vida es una mierda de la que no se atreve a salir.

Enseñanza vital definitiva

Si para ti no es un juego, si hace tiempo que dejó de ser simplemente sexo y esperas algo más: no sigas, sal de ahí en cuanto puedas. Esto solo se acabará cuando tú decidas que quieres dejar de vivir pendiente del móvil a la espera de que él pueda librarse de sus cargas familiares por ti. Y no te preocupes, ellos captan el mensaje de “se acabó” con relativa facilidad y se van a buscar a otra.

2 comentarios:

  1. Triste situacion, para ellas y para ellos. Buena suerte a tod@s los tercer@s. Tod@s merecemos amor real!

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  2. Se sabe que asi sera para todas, mas creen que en el caso de quien lo vive como mujer ah no! A mi no me pasara eso!! Dejara a su mujer y yo sere la sra...

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