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Llega un momento en que todos los dueños de gatos comenzamos a distinguir sus maullidos y entender lo que quieren decir. Los de afuera pueden pensar que estamos un poco locos, pero cuando llevar años viviendo con tu mascota empiezas a entender hasta sus comportamientos más sutiles y no es que nos imaginemos cosas, nuestros gatos realmente tienen un vocabulario de maullidos para cada situación.
Una psicóloga de Nueva York, Mildred Moelk, descubrió en 1944 que los gatos pueden hacer hasta 16 sonidos distintos para comunicarse con los humanos. Sí, por cada cosa que sucede en el mundo hay un científico que la investiga y los maullidos de nuestros amigos de cuatro patas no son la excepción.
En su investigación, llamada «La vocalización del gato doméstico: un estudio fonético y funcional», Moelk puso a los distintos maullidos en tres categorías que dependían de cómo los gatos hacían esos sonidos y que incluye mucho más que tan solo maullidos. Según ella, los sonidos pueden indicar estas cosas:
Si tu gato hace ruidos suaves con la boca cerrada, eso indica que tu gato está contento y satisfecho.
Si tu gato maúlla abriendo y cerrando la boca te está pidiendo algo o se está quejando.
Cuando maúlla muy fuerte y con la boca muy abierta puede significar que tu gato está estresado... o en celo.
Esto suena muy sencillo y todos los que tenemos un felino en nuestras vidas podemos identificarlos, pero adentro de cada categoría la psicóloga creó un sistema mucho más complejo con la fonética de cada maullido. Cada apostrofe (') es un énfasis y dos puntos (:) es un sonido prolongado. De esa forma un llamado de atención de tu gato tendría esta forma:
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¿No lo entiendes? Pues nosotros tampoco, pero la investigación de esta amante de los gatos abrió el camino para que un sinfín de investigadores realizaran sus propios estudios para descubrir si, de hecho, nuestras mascotas nos están hablando en su idioma.
¿Los gatos nos hablan?
Los gatos pequeños maúllan para llamar la atención de sus madres, pero a medida de que van creciendo dejan de hacerlo. Los animales no domesticados no maúllan entre ellos, los únicos que lo hacen son los que viven con personas, pero hasta ahora nadie sabe qué es lo que dicen ni para qué.
Una de las teorías más reconocidas es la que desarrolló otro psicólogo, Michael J. Owren, y que dice que ellos no nos hablan para decirnos algo, sino para manipularnos. Sabíamos que los gatos son algo distantes e independientes, pero nunca nos imaginamos que nos estaban usando. «Los gatos maúllan para obtener atención y que su dueño infiera lo que él quiera», explicó.
Sea como sea, a todos los amantes de los gatos nos encantaría pensar que quieren hablarnos y que, en algún momento, vamos a poder entenderlos y hasta comunicarnos por ellos. Pero hasta que llegue ese día, solo podemos escucharlos y soñar.
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