La mayoría de las personas son inmunes a los hongos que crecen entre la humedad de la ropa, pero puede tener consecuencias y derivar en algunas enfermedades respiratorias
Inmersos ya en el mes septiembre, regresan los días más cortos, con menos horas de sol, y empezamos a decir adiós a las costumbres veraniegas, y no solo a las de comer un helado o ir a la playa, también a hábitos tan cómodos como salir de la ducha y dejar secar el pelo al aire libre o tender una lavadora y recogerla en apenas un par de horas.
Los días más frescos, nublados e incluso lluviosos pronto obligarán a tener que trasladar el tendedero portátil al interior de casa, una costumbre tan antigua como práctica que varios estudios ponen en cuestión. Algunas investigaciones sugieren que el secado de la ropa en el interior de la vivienda, ya sea en un radiador o en un tendedero, podría representar un “riesgo grave para la salud” en las personas con asma o sistemas inmunitarios debilitados.
En personas con las defensas bajas, el hongo puede causar aspergilosis pulmonar, con consecuencias graves
Un estudio que se llevó a cabo en 2014 en el Centro Nacional de Aspergilosis de Manchester aseguró que una carga de ropa recién sacada de la lavadora contiene casi dos litros de agua que se libera en el ambiente. “La mayoría de las personas son inmunes a los hongos que crecen en estas condiciones húmedas", señala el profesor David Denning. Asimismo, en personas con sistemas inmunes debilitados o dañados, como los pacientes con cáncer sometidos a quimioterapia o enfernos de sida, y las personas que tienen una enfermedad autoinmune, el hongo puede causar aspergilosis pulmonar, una condición que puede causar un daño irreparable.
Los motivos: los ácaros del polvo y las esporas del moho
Otro informe realizado en el Reino Unido en 2012, que abordó los problemas derivados de secar la ropa en el interior del hogar, también puso de manifiesto que algo tan habitual como colocar varias prendas en la sala de estar puede causar problemas a las personas con riesgo de asma, rinitis y otras alergias, ya que la humedad que liberan las prendas puestas a secar dentro de casa crea unas condiciones propicias para la proliferación de ácaros del polvo.
La investigación, llevada a cabo por la Unidad de Investigación de Arquitectura Ambiental Mackintosh en Glasgow (Reino Unido), encontró que muchos hogares tenían niveles excesivos de humedad en el interior, una tercera parte de la cual era causada por el secado de la colada.
Los autores del estudio analizaron la calidad del aire de 100 viviendas, así como la energía que consumían para secar la ropa, y descubrieron que el 75% de los hogares estudiados presentaba niveles de humedad propicios para la aparición de ácaros del polvo, y también pudieron relacionar el secado de la ropa en el interior de la vivienda con la formación de esporas del moho. De hecho, se descubrió que una espora que causa infecciones pulmonares en personas con sistemas inmunes debilitados estaba presente en una de cada cuatro casas analizadas.
Secado exprés
Los expertos recomiendan evitar poner la ropa en los radiadores, ya que esta queda dura y podría encoger. Además, aumenta el nivel de humedad en un 30% y crea las condiciones ideales para el desarrollo de hongos y moho, ya que la combinación de calor y humedad es la atmósfera ideal para la propagación de estos seres.
Si no disponemos de secadora, una de las mejores alternativas para no transmitir la humedad de la colada al hogar, los expertos recomiendan seguir cuatro sencillos consejos para reducir el tiempo de secado.
1. Coloca las prendas separadas en el tendedero: cada prenda tendrá una mayor corriente de aire para ella sola y, al mismo tiempo, no se contagiará de la humedad de las otras.
Una opción para las prendas más espesas, como vaqueros o sudaderas, puede ser tenderlas del revés
2. Escúrrela bien: si sacudimos enérgicamente la ropa antes de tenderla, obtendremos dos beneficios: evitaremos arrugas y habremos extraído todo el agua posible, de manera que se secará más rápido.
Para escurrirla bien, puedes utilizar el truco de la toalla: coge una grande, extiéndela sobre una superficie plana y coloca la prenda mojada encima. La enrollaremos haciendo presión de forma que la toalla cubra toda la prenda. De esta manera, la toalla absorberá gran parte del agua.
3. Dale la vuelta a la ropa más gruesa: en verano, en un par de horas se habrán secado los vaqueros, pero en invierno pueden tardar incluso un día. Una opción para las prendas más espesas, como vaqueros o sudaderas, puede ser tenderlas del revés. Una vez que una parte deje de estar húmeda, tendremos que girarla de nuevo, así reduciremos el tiempo de secado.
4. Utiliza el secador para las prendas pequeñas: si necesitas secar con urgencia prendas pequeñas, como calcetines o ropa interior, un truco puede ser utilizar el secador del pelo, aunque mantén una distancia de un palmo para evitar que se dañe o endurezca. Para prendas de mayor tamaño, esta opción es desaconsejable, ya que podrías necesitar horas para que queden completamente secas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario