Un dicho muy popular entre la gente es el de “la naturaleza es sabia”. Es decir, si pasa o no pasa algo, seguro que tiene una razón. Con los avances científicos de los últimos tiempos se han conseguido grandes logros con respecto a la salud de los humanos, alargando la media de vida ostensiblemente, curando y exterminando enfermedades que hasta hace relativamente poco eran una pesadilla para la población mundial y ayudando a personas con algún tipo de problema o deficiencia a subsanarlo de la mejor manera posible.
Y es que uno de los avances de la ciencia más recientes es el de poder asistir a mujeres con problemas para tener niños mediante tratamientos para la estimulación de los óvulos e incluso la fecundación in vitro. Hay gente que está de acuerdo con esto y otra sin embargo, lo vé como como algo poco cristiano, ya que la Iglesia católica se opone a cualquier otro método de fecundación que no es el tradicional.
Anatolia Vertadella es una mujer de Nápoles, Italia que se convirtió en noticia, ya que a sus 101, se sometió a un tratamiento de fecundación in vitro para poder tener un bebé. Anatolia no sólo ha tenido que luchar contra sus propias creencias (Anatolia es muy católica), sino también contra los opositores religiosos que se han puesto en su contra e incluso contra una multitud de profesionales médicos, que desaprueban esta operación por ser extremadamente peligrosa contra la mujer y el bebé.
Por el increible riesgo que presenta que una persona de tan avanzada edad (con una salud débil) de a luz, en Europa está prohibida la fecundación a personas tan longevas. Ante la oposición de los médicos italianos, Anatolia tuvo que viajar a una clínica privada de Turquía, donde no afectan las leyes europeas, para realizar este tratamiento. Debido a lo controvertido del tema, la centenaria mujer prefiere no decir el nombre de la clínica donde se realizó todo el proceso.
Se podría pensar que esta mujer no tuvo la oportunidad de poder tener un hijo, que por ello necesitaba hacer eso cuando la ciencia se lo permitió, pero nada más lejos de la realidad. Francesco (que así se llama el bebé) es el decimoséptimo hijo de esta mujer. Anatolia declara “A lo largo de todo este tiempo, me he sentido inútil para Dios, ya que no puedo procrear desde los 48 años, cuando fuí diagnosticada de cáncer de ovarios.”
El encargado de todo el proceso ha sido el Doctor Alexandro Popolicchi, quien admite que, aunque el proceso es muy controvertido, la decisión final corresponde a su paciente “¿Quién soy yo para juzgar si es lo correcto? Ella ha dado a luz a un bebé hermoso y este nacimiento milagroso es definitivamente un regalo de Dios” declaró. “La operación fue completamente legal en Turquía y realizada por un grupo de expertos cirujanos. La señora está en gran salud para su edad y predigo que tiene todavía muchos buenos años por delante para compartir con su bebé. Muchos niños nacen en este mundo sin ser queridos o por accidente. ¿No es algo precioso que este niño vaya a ser amado en un maravilloso hogar?” pregunta a los periodistas.
Entre lágrimas, la centenaria mujer continúa “Durante mucho tiempo, yo creí que Dios me estaba castigando por SOLO tener 16 hijos, pero en su bendita generosidad, me concedió la recompensa de la fertilidad una vez mas” . La mujer no sólo atribuye el mérito a Dios, sino que también agradece a los doctores su dedicación “Estoy muy agradecida a todo el equipo de doctores que decidieron seguir adelante con la operación”.
Aunque el marido de Doña Vertadella pasó a mejor vida en 1990, la anciana mujer se puso manos a la obra para conseguir un donante con el que fecundar sus óvulos.
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