La ex modelo de Versace, Jennifer Pamplona, de 24 años, originaria de Sao Paolo, Brasil, gastó más de US$ 470 mil en cirugías para transformar su figura: se sometió a liposucciones, se sacó costillas y dos operaciones de senos. Su intención era tener un cuerpo igual al de Kim Kardashian y para lograrlo necesitaba el toque final: 566 gramos de grasa inyectados en el trasero.
A pesar de que todos los doctores le dijeron que inyectarse tal cantidad de grasa era peligroso, lo hizo de todos modos, tras ser rechazada por ocho médicos diferentes, debido al riesgo que representaba. Jennifer dijo que estaba dispuesta a morir en la mesa de operaciones, si eso significaba verse tal cual como quería. La modelo declaró:
“Mis doctores me preguntan si no temo morir a causa de las cirugías, pero, en mi opinión, si sucede, moriré feliz y hermosa. La locura por mi trasero comenzó cuando tenía 17 años. Siempre fui delgada, a diferencia de la mayoría de las brasileras, que son conocidas por sus curvas. Mis novios se quejaban de que tenía un trasero pequeño, y me criticaban por ser demasiado delgada. Desde entonces comencé a enloquecer por tener un trasero grande. He perdido la cuenta de la cantidad de inyecciones que me he hecho para agrandarlo. Deben ser más de diez. Ahora tengo un trasero Kardashian, un trasero enorme. He gastado mucho para verme así, pero lo veo más como una inversión, me volveré más famosa que Kim Kardashian”
La modelo contó además que su madre se puso a llorar cuando la vio operada, con los moretones y las vendas. Pero piensa que no entiende lo feliz que es ahora. Jennifer ve sus cirugías como una forma de superación personal, pues ahora tiene fama, dinero y se siente feliz con su cuerpo y con su vida.
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