Un enfermero llamado Jesús Navarro que trabajaba en una residencia de Arganda del Rey estaba cargando la medicación en los pastilleros de los pacientes el pasado 9 de mayo cuando de repente recibió un mensaje por parte de una de las auxiliares pidiéndole ayuda urgente en una de las habitaciones, según explica ‘Cadena Ser Madrid’. Al llegar a la habitación, vio una de las peores imágenes de su vida. «Me encontré una imagen tremenda. Cecilia estaba en el suelo boca arriba. Su pierna derecha, a la altura del tobillo, estaba aprisionada de tal manera con la barra de protección de la cama, que sus huesos se habían roto y habían rasgado la piel. La pierna estaba semi-amputada. Cecilia estaba consciente, pero en estado de shock. La cama y la barra habían hecho una especie de torniquete con la pierna, lo que impidió que se desangrara», relata al medio de comunicación madrileño, el enfermero Jesús.
Tras ver todo lo que estaba sucediendo, Jesús asegura que decidió llamar rápidamente a emergencias para solicitar una UVI móvil y además, les pidió que avisaran a los bomberos porque la pierna estaba demasiado encajada entre los barrotes de la cama y seguramente necesitarían ayuda para poder sacar de allí a la mujer. Tras la llamada, explica que alertó varias veces al director del centro, Pablo F. Coruja, del cual todavía espera a día de hoy que le conteste la llamada. Minutos después, optó por llamar a su mujer que también trabajaba en el centro, pero que tampoco acabó cogiendo el teléfono. Al ver que no recibía respuesta alguna de sus superiores, Jesús decidió fotografiar la pierna de la fallecida para dejar constancia de todo lo que había sucedido realmente y evitarse así cualquier posible represalia totalmente innecesaria.
Los Bomberos de la Comunidad de Madrid consiguieron liberar a la mujer y la ambulancia la trasladó rápidamente al hospital Gregorio Marañón. Allí perdió la vida a los pocos días a causa de la gravedad de sus heridas. Tras ver todo lo sucedido, Jesús tomó la decisión de denunciar todos estos hechos ante la Fiscalía y el Defensor del Pueblo. «Denuncio porque no quiero ser cómplice de lo ocurrido, porque no está bien que un solo enfermero esté a cargo de 343 residentes y que la administración dé la callada por respuesta».
Cabe destacar que esto sería la primera vez que sucede, ya que, según este mismo enfermero ya fue testigo de la muerte de otra residente el pasado 30 de junio de 2016, cuando se ahorcó de forma accidental con la sujeción abdominal. Es importante señalar que en aquella ocasión, el director del centro era otro, y actuó de inmediato. Además, la familia se mantuvo informada de todos los hechos sin problema alguno. Pese a todo, Jesús destaca que durante aquella trágica noche únicamente estaba él como enfermero.
Fuentes de la Consejería de Familia y Políticas Sociales explican que fue un «accidente fortuito» y que no tiene relación con la presencia de la plantilla. En este aspecto, han destacado que en el momento del accidente había 10 auxiliares de enfermería, un diplomado de Enfermería y un auxiliar de control de información. Según la Consejería, cuando ocurrió la caída se avisó al 112 y hasta la llegada del SUMMA la atención de los profesionales de la residencia «fue excelente, como dijeron los propios médicos».
Por su parte, la Consejería asegura que en la residencia de mayores han estado en contacto con la familia desde que ocurrieron los hechos y que todos los centros cuentan con un equipo profesional de mantenimiento que supervisa el material. En este caso, han señalado que estaban todas las camas en buenas condiciones y que están homologadas. Por su parte, la Asociación del Defensor del Paciente ha pedido al consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, que abra un expediente por lo ocurrido y que se lleve a cabo la inspección en las residencias porque llevan tiempo «advirtiendo» de la situación de algunas de ellas. A juicio de la presidenta de la Asociación, Carmen Flores, es necesario «evaluar e inspeccionar sin avisar lo que está aconteciendo» con el número de personal sanitario, médico y en general, con la capacidad de atención a los ancianos.
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