Larry Molnar, profesor de la Universidad de Calvin, EE.UU, ha hecho una predicción junto a expertos del Observatorio de Apache Point y de la Universidad de Wyoming sobre el cambio que experimentará el cielo nocturno. El cambio se haría visible en 2022, y nunca antes se había podido vaticinar ya que “adivinar” uno de estos cambios representa una probabilidad entre un millón.
Molnar basa su teoría en una estrella binaria, dos estrellas que orbitan entre sí, que al monitorizarse se fusionarán y por último explotarán en 2022. La explosión aumentará el brillo 10.000 veces, por lo que la estrella pasará a ser una de las más brillantes del cielo, aunque solo por un tiempo equivalente a un año. La estrella estará dentro de la constelación del Cisne, y se añadirá a la serie de estrellas que forman la Cruz del Norte.
La investigación comenzó en 2013, y durante estos años se ha seguido de cerca la “vida” de la estrella KIC 9832227, así se llama. Para 2017 la investigación se basará en líneas de observación sobre las longitudes de onda de la estrella. Si lo que Molnar predice se cumple, podremos ser testigo de un espectáculo celeste sin antecedentes. Ahora solo falta esperar cinco años, pero seguro que merecerá la pena.
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