Seguidores

Pages - Menu

domingo, 8 de octubre de 2017

Hablar con uno mismo, ¿es bueno o malo?

No, no estás loco. Hablar solo no solo es síntoma de buena salud sino también de que tu cerebro está funcionando mejor.
Es posible que alguna vez que nos hayamos descubierto hablando con nosotros mismos nos hayamos dicho “estoy hablando solo, me estoy volviendo loco”. Nada más lejos de la realidad. Según una investigación publicada en la revista Quarterly Journal of Experimental Psychology, hablar con uno mismo beneficia el pensamiento y la percepción y aumenta nuestra  capacidad intelectual.

Los expertos concluyeron en un experimento con 20 voluntarios que este acto verbal mejora la atención y nos mantiene concentrados a la vez que reduce las distracciones. También nos ayuda a ser más decisivos y a controlar pensamientos y reacciones cognitivas y emocionales, lo que en definitiva, nos sigue ayudando a seguir en foco.

Hablar con uno mismo nos puede ayudar a mejorar el aprendizaje, a aumentar la concentración y acrecentar el rendimiento



Según el presidente de la Asociación Médica de Jamaica, Aggrey Irons, quien estuvo de acuerdo con el estudio, “en la práctica lo que hace es añadir otra información sensorial que el cerebro procesa y la incorpora a lo que ya existe”.

Ventajas de hablar solo


*Es una gran herramienta de automotivación y ayuda a aumentar la autoestima.

*Puedes convertirte en tu fan número 1. Conocer tus propias fortalezas y debilidades y complementarlas para mejorar.

*Cuando algo parece imposible, podemos decirnos repetidamente que sí podemos.

*Cuando nos sintamos deprimidos o tristes, lo mejor es tener una charla con uno mismo.

*Establecer metas y decirnos que efectivamente las lograremos.

*Hablar en alto sobre un problema nos dará una rápida solución.

*Es muy bueno para la mejora de la memoria.

*La lectura en voz alta ayuda con la pronunciación y articulación adecuadas; ayuda a darnos cuenta de nuestros errores mucho más rápido.

Vivamos solos o con más personas, lo cierto es que siempre estaremos viviendo con nosotros mismos, por lo que no tenemos por qué quedarnos fuera de la ecuación. Podemos conversar o comunicarnos con respeto con nosotros mismos. Y no, no es ningún síntoma de locura (a no ser que estemos respondiendo a voces en nuestra cabeza, claro). Es un síntoma de buena salud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario