Un nuevo manuscrito egipcio descifrado, de 1.200 años de antigüedad, cuenta parte de la historia de la crucifixión de Jesús con giros sobre las tramas de los apócrifos, algunos de los cuales nunca se han visto antes.
Escrito en lenguaje copto, este antiguo texto nos habla de Poncio Pilato, el juez que autorizó la crucifixión de Jesús, cenando con él antes de su crucifixión y ofreciendo sacrificar a su propio hijo en el lugar de Jesús. También explica porqué Judas empleó un beso, en concreto, para traicionar a Jesús -porque tenía la habilidad de cambiar de forma, de acuerdo con el texto- y pone el día de la detención de Jesús en la noche del martes, en vez del jueves por la tarde-noche, algo que contraviene la línea de tiempo de la Pascua.
El descubrimiento del texto no significa que estos acontecimientos sucedieran, sino que algunas personas que vivieron en aquel tiempo parecen haber creído en ellos, dijo Roelof van den Broek, de la Universidad de Utrecht, en los Países Bajos, quien publicó la traducción del libro "Pseudo-Cirilo de Jerusalén sobre la Vida y la Pasión de Cristo".
Copias del texto se encuentran en dos manuscritos, uno en la Biblioteca y Museo Morgan de Nueva York y el otro en el Museo de la Universidad de Pennsylvania. La mayor parte de la traducción proviene del texto de New York, porque el correspondiente al manuscrito de Pennsylvania es en su mayoría ilegible.
Si bien las historias apócrifas sobre Poncio Pilato se conocen desde la antigüedad, Roelof van den Broek escribió en un correo electrónico a LiveScience diciendo que él nunca había visto esto antes, con la oferta de Pilato de sacrificar a su propio hijo en el lugar de Jesús.
"Sin más preámbulos, Pilato preparó una mesa y comió con Jesús en el quinto día de la semana. Y Jesús bendijo a Pilato y a toda su casa", reza parte del texto en la traducción. Más tarde, Pilato le dice a Jesús: "Pues bien, he aquí que la noche ha llegado, levántate y retírate, y cuando llegue la mañana y vengan a acusarme por tu culpa, voy a darles el único hijo que tengo para que puedan matarlo en su lugar".
En el texto, Jesús le consuela, diciendo: "Oh Pilato, tú has sido considerado digno de una gran gracia, ya que has demostrado una buena disposición hacia mí". Jesús también mostró a Pilato que él podía escapar si quisiera. "Pilato, entonces, miró a Jesús y observó que se convertía en incorpóreo: él no lo veía desde hacía mucho tiempo ...", dice el texto.
Pilato y su esposa tuvieron visiones nocturnas que mostraban a un águila (que representaría a Jesús) siendo asesinada.
En las iglesias copta y etíope, Pilato es considerado como un santo, lo que explica la representación comprensiva del texto a su persona, escribe van den Broek.
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