Es inevitable que con los años, todos vayamos envejeciendo y por consiguiente, ciertas partes de nuestro cuerpo se deterioren, comienzan a debilitarse y a provocar dolores o a fallar, esto se debe al obvio desgaste que sufrimos conforme pasan los años de nuestra vida.
Asimismo, Cuando llegamos a una avanzada edad, además de sufrir un desgaste en nuestro cuerpo, también nuestro organismo comienza a trabajar a un ritmo menos acelerado, por lo que requiere de cierta estimulación y cuidado para poder seguir funcionando correctamente y sin que esto nos cause problemas.
Es por esto que, se pueden comenzar a desarrollar problemas en cada aspecto de nuestro cuerpo, tanto estructural, como con nuestros órganos. Uno de los problemas más evidentes puede ser el dolor en las articulaciones o dolores musculares.
Esta bebida puede mejorar el estado de tus articulaciones, ligamentos y cartílagos
Es cierto que, el dolor muscular y articulatorio puede desarrollarse a cualquier edad por múltiples factores, siendo uno de ellos el esfuerzo físico, es decir, el ejercicio o alguna actividad física que realicemos como un deporte o algo por el estilo.
Sin embargo, en este caso hablamos del dolor que puede desarrollarse debido al desgaste y debilitamiento que sufren estas zonas cuando ya estamos en una edad avanzada.
Ya que este tipo de dolor es uno de los más problemáticos, en especial cuando hablamos de las rodillas.
Cuando se trata de este dolor no podemos depender de un analgésico, ya que esto solo nos aliviará durante un tiempo, pero más tarde, el dolor volverá a aparecer, algo realmente desesperante. Es por eso que, a continuación, te dejaremos un remedio casero que quizá pueda ayudarte:
Ingredientes:
1 cucharadita de miel de abejas orgánica.
1 cucharadita de canela en polvo.
1 taza de avena.
1 taza de jugo de naranja natural.
2 tazas de piña picada.
8 onzas de almendras dulces trituradas.
8 onzas de agua.
Procedimiento y uso:
En primer lugar, debes cocinar la avena durante 10 minutos al menos, después deja que enfríe y añade el resto de ingredientes, introdúcelo todo en la licuadora hasta dejar una mezcla homogénea. Finalmente, la bebida ya estará lista.
Bebe dos vasos de esta bebida durante el día, uno en la mañana y en ayunas preferiblemente, y otro vasito en la tarde. Haz el tratamiento durante quince días y tus articulaciones dejarán de molestarte.
Otro punto importante para mantener saludables nuestras articulaciones es lo que comemos, por eso te dejaremos a continuación, algunos alimentos que podrán ayudarte con las articulaciones.
5 Alimentos que ayudan a las articulaciones y ligamentos
¿Cómo puede contribuir la alimentación en este aspecto? Una buena salud articular también depende de una correcta alimentación, ya que algunos alimentos poseen ciertas propiedades que ayudan a mantenerla.
Agua. Las articulaciones están bañadas de líquido sinovial, que permite reducir la fricción entre los cartílagos y otros tejidos, acolchándolas y lubricándolas en el movimiento. La ingesta de agua contribuye a sintetizar el líquido sinovial y conseguir una adecuada lubricación a nivel articular. Por ello, es muy importante realizar una ingesta adecuada de agua o bebidas isotónicas antes, durante y después del ejercicio. Beber 2L de agua al día es suficiente para cubrir las necesidades del organismo.
Cebolla y similares. Las hortalizas del género allium (ajos, cebolla, puerro, ajos tiernos, etc.) son ricas en azufre, mineral necesario para la formación de colágeno y otros elementos que constituyen los huesos, cartílagos, tendones y ligamentos. Varios autores han comprobado, que en ejercicios de alto impacto la demanda de azufre, por parte del organismo está aumentada, observándose cómo ralentiza el proceso de reparación articular en dietas pobres en este mineral. Otro tipo de alimentos ricos en azufre son todo tipo de coles y espárragos. Preferiblemente, que no falten en tu dieta.
Pescado azul. El pescado azul tipo atún, caballa, sardinas, salmón, etc. es rico en ácidos grasos omega-3, un potente antiinflamatorio que actúa inhibiendo la síntesis de sustancias mediadoras de la inflamación. Por otro lado, aunque no tenga un efecto antioxidante directo, los ácidos grasos omega-3 ayudan a proteger a las membranas celulares de los efectos nocivos de los procesos oxidativos que se producen durante la práctica de ejercicio físico. Para cubrir las necesidades de este tipo de grasas, es aconsejable consumir este tipo de pescados al menos 2 veces a la semana. Otras fuentes de omega 3 son los frutos secos (especialmente las nueces) y semillas (semillas de lino).
Alimentos ricos en vitamina C como la fresa, kiwi, naranja, tomate, pimientos crudos, brécol, perejil, etc. Esta vitamina junto con los omega-3, inhibe los procesos que cursan con inflamación en el organismo. Al mismo tiempo, contribuye en la síntesis y mantenimiento del colágeno y del cartílago, estructuras que forman parte de las articulaciones. Además, la papaya y piña (frutas ricas en vitamina C), contienen papaína y bromelina, sustancias con un alto poder antiinflamatorio. El consumo de fruta y verdura debe ser diario y, de las 5 raciones diarias recomendadas, al menos, una de ellas debería estar compuesta por verduras crudas ricas en vitamina C y otra por las frutas nombradas anteriormente.
Carnes y derivados. este tipo de alimentos ayudan al mantenimiento de las articulaciones desde dos aspectos. El principal, es su contenido en proteínas, proporcionando los aminoácidos necesarios para sintetizar el cartílago así como, prevenir y disminuir el tiempo de recuperación de las lesiones. Por otro lado, tienen un alto contenido en hierro y zinc, minerales necesarios para la reparación de las lesiones. Dentro de una alimentación equilibrada no es adecuado un consumo elevado de carne (entre 2 o 3 porciones de 100g de carne a la semana), por ello, para alcanzar los requerimientos proteicos podemos sustituir la carne por otros alimentos ricos en proteínas y minerales como los frutos secos, legumbres y pescado.
También es importante tener una buena salud ósea. Los alimentos ricos en minerales como calcio, fósforo y magnesio, los cuales participan en la formación de los huesos; y alimentos ricos en vitamina D, que ayuda a fijar el calcio en los huesos, nos ayudarán a fortalecer nuestros huesos.
Por último, aunque no menos importante, recordar la importancia de controlar el peso. Como ya sabemos, el sobrepeso y la obesidad favorecen la aparición de lesiones articulares durante la práctica de ejercicio.
En resumen, el consumo de estos alimentos dentro de una dieta equilibrada, variada y suficiente, puede ayudar a fortalecer las articulaciones de los deportistas.
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