Yvonne Radcliffe es una señora de 76 años que tenía una perrita llamada Tessa. Cuando decidió mudarse a Canadá, no quiso llevarla con ella porque temía que no aguantara el vuelo, ya que Tessa es muy viejita.
Yvonne dejó a Tessa a cuidado de su vecino, a quien conocía desde hace 9 años. Pero su vecino la abandonó en un campo, amarrada, y con una nota al cuello que decía: «Yo no quiero un perro».
El hijo de Yvonne vio a Tessa en una publicación de Facebook y comentó que el vecino le había dicho a su madre que siempre había querido un perro y que estaba muy feliz de tener a Tessa. Cuando su hijo le contó a Yvonne lo que sucedió, inmediatamente comenzó a llorar, preguntando qué le había pasado a su perrita.
Alan Webster, quien trabaja para South Yorkshire Pet Ambulance service encontró a Tessa en el campo y por suerte ahora se encuentra al cuidado de la protectora de animales. Una historia que si bien comenzó mal, tiene un final feliz.
Muchas veces creemos conocer a las personas, pero en realidad muestran lo que no son realmente. Nunca se sabe qué puede terminar sucediendo, pero si pensamos dejar a nuestra mascota con alguien, deberíamos asegurarnos de que se trata de una persona muy confiable.





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