Fiambres, salchichas, o embutidos son, entre muchos otros, los productos cárnicos que puedes encontrar en las góndolas de los supermercados muy fácilmente; y que, si eliges comer carne, es probable que suelas consumir.
Pero, así como otros productos que puedes encontrar en el mercado como el café instantáneo o la yerba, no siempre son lo que parecen; y menos aún, lo que muestran las ilustraciones de sus empaques.
Por eso, leer bien los ingredientes y tablas nutricionales son las herramientas que, como consumidores, podemos tener para saber qué es lo que estamos consumiendo y así sí poder elegir.
Fosfatos
A las salchichas, derivados de jamones, fiabres, y otros productos que solo contienen una proporción reducida de carne, se les agrega agua. Los fosfatos, entonces, son agregados para interactuar con las proteínas disminuyendo la pérdida del agua y aumentando la jugosidad del producto. Además, también se utilizan para evitar la pérdida excesiva de agua de ese producto en fechas cercanas a su caducidad.
La incorporación de una cantidad excesiva de agua a los productos es un engaño para el consumidor.
Almidón
A algunos productos cárnicos que contienen muy poco porcentaje de carne se les agrega almidón (de maíz, de trigo o de otros cereales) para retener el agua que se les agrega; y también para rellenarlos y así disminuir su precio en el mercado.
El almidón también puede aparecer en la lista de ingredientes como fécula o como cereales.
Sulfitos
Se usan como antioxidantes, y por su efecto antimicrobiano y de estabilización del color, pero se en muchos casos se encuentran en una proporción mayor a la establecida, y pueden llegar a generar la aparición de asmas y/o alergias.
Nitritos
Son ingredientes que proveen del color rojo o rosado característico de los productos cárnicos, así como su textura, aroma y sabor característico. Además, tienen un efecto conservante. Las posibles consecuencias de su consumo están en duda desde que la OMS señaló a los productos cárnicos como cancerígenos.
Glutamatos
Es un aditivo que se usa para potenciar el sabor. De acuerdo a pruebas realizadas en la Universidad Complutense de Madrid, pueden producir un apetito voraz que hace que aumente la ingesta de los alimentos que lo contienen.
Proteínas de soja
En los productos cárnicos, la proteína de soja ayuda a retener el agua, mejorar la textura, y también aportan proteínas, pero no son carne como se vende.
Leche
Algunas proteínas derivadas de la leche pueden formar parte de los ingredientes de los productos cárnicos, y se usan para mejorar el aporte proteico y retener el agua del producto. Pueden ser: leche descremada en polvo, suero en polvo, concentrado y aislado de suero, caseinato de sodio o calcio, y caseína, y otras como el suero deslactosado, hidrolizados de proteína láctea, lactoalbúmina, y concentrados proteicos de suero de leche.
Huevo
La proteína del huevo también puede utilizarse para retener el agua de los preparados de los productos cárnicos.
Dextrosa
Bajo esta denominación se oculta la glucosa. Se usa para rebajar la presión osmótica del agua en productos como salchichas y fiambres. Además, mejora el sabor y aumenta la vida útil del embutido.
Sacarosa
Es el disacárido que comprende la glucosa y la fructosa, y se usa también para rebajar la presión osmótica.
Gelatinas
Se usan como aglutinante. Por lo general, está elaborada con partes poco nobles del animal. Para saber más de eso, pulsa aquí.
Colágeno
Proviene de la piel del animal, de los tendones y otros tejidos; y se usa para retener el agua por su poder gelificante.
Sal
Es un saborizante que además se usa para "curar" algunos productos como el jamón.
Extractos de humo
Se usan como saborizantes para darle un gusto ahumado al producto.
Fibra vegetal
Se usa como texturizante, para retener agua y para reducir el contenido calórico al sustituir a la grasa.
Cochinillas
Son unos insectos que, al aplastarse, producen una masa roja y viscosa usada porque la presencia del ácido cármico aporta un color rojo intenso; por eso se utilizan como colorantes.
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