El Tao Te King es un texto atribuido a Lao-Tsé, y en él se describen las pautas de un sistema de filosofía de vida, el taoísmo.
Sus enseñanzas parten del concepto de unidad absoluta y al mismo tiempo mutable denominado Tao, que conforma la realidad suprema y el principio cosmológico y ontológico de todas las cosas.
Dentro de todas sus enseñanzas y estilos de vida, una de las cosas que enseña el Tao es a manejar a las personas difíciles. A aquellos que se convierten en un obstáculo en nuestro camino.
Para ello, propone cuatro enseñanzas básicas, que te serán de mucha ayuda para aprender a manejar a esas personas.
1. No luches
El objetivo del tao es enseñar a las personas a fluir, como un río, en la naturaleza y en sí mismo. Ese es el concepto básico de este libro.
Por ello, enfrentarse a las personas va completamente en contra de esta idea. En lugar de avanzar sin restricciones, de dejarnos llevar, la lucha y el enfrentamiento nos detienen. Nos llevan a utilizar nuestra fuerza para nadar contracorriente.
No creas que no luchar significa claudicar. Al contrario, significa no darle poder a quien no lo merece y no dejar que nos detengan. Es elegir la sabiduría en lugar de la violencia.
2. Líbrate de emociones negativas
Las personas más difíciles de llevar son aquellas que nos cargan con sus emociones negativas. Especialmente el lenguaje es una manera que encuentran para atacarnos y hacernos perder la tranquilidad.
El tao propone librar la mente de emociones negativas. Cuando alguien complicado larga todo su veneno contra ti, respirar hondo y esperar a que pase.
Piensa en esta metáfora: Si una habitación está cargada de cosas, y de pronto entra un aire contaminado, este se estancará por todos lados. Si en cambio, la habitación está vacía, el aire pasará y enturbiará el ambiente, pero en cinco minutos se ventilará.
Convierte a tu mente en una habitación vacía de emociones negativas y bien ventilada. Cuando las personas difíciles intenten depositar en ti su contaminación emocional, aprende a esperar cinco minutos a que los efectos se vayan y no dejen rastro en ti.
3. Sé proactivo
Las personas difíciles generalmente toman el control de la situación, dejándonos en un lugar de reacción. Reaccionamos ante sus acciones, y siempre estamos a la defensiva.
La clave es pasar a ser proactivo, a tener el dominio de la situación antes de que las cosas sucedan.
Una buena manera de hacerlo es ponerse en el lugar del otro por un momento. ¿Qué cosas difíciles le han pasado en la vida que puedan llevarlo a actuar así? ¿Cómo se sentirá siendo rechazado por todo el mundo por su actitud? ¿Qué sentimientos lo mueven?
Esto te permitirá entender mejor las conductas del otro, y así ser tú el que maneje las situaciones.
4. Sé como el bambú
El bambú es un árbol de tronco fino , que no resiste los embates del ambiente por su fuerza: en cambio, sobrevive por su flexibilidad.
Por eso, para manejar personas difíciles, el Tao propone mirar al bambú. Aprender a ser como él: que se dobla, pero nunca se deja controlar por el viento fiero. En cambio, al doblegarse tiene luego más fuerza para reaccionar.
Así debe ser tu vida. Aprende a doblarte cuando haga falta para no dejarte dominar. Aprende que a veces debes dejarte embatir por el viento, pero si eres capaz de ser flexible y moverte con él sin quebrarte, entonces serás capaz de responder con mayor fuerza y sabiduría.
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