Ya no quiere “pequeños creadores” y pasará a centrarse de forma aún más prioritaria en los youtubers con millones de suscriptores
Cansado de críticas por la gestión de su contenido frente a los anunciantes que son los que al final mandan, YouTube ha cortado por lo sano, y los productores pequeños e independientes son los que van a pagar el plato. La plataforma de vídeo online ha establecido unas nuevas normas por las que solo ganarán dinero con sus vídeos aquellos que tengan más de 1.000 suscriptores y consigan generar más de 4.000 horas de visualizaciones al año.
Es un gran salto desde el anterior listón, establecido en 10.000 reproducciones totales. Según Tubular, la duración media de un vídeo en YouTube ha subido durante los últimos años hasta fijarse en 14 minutos. Esto significaría que un productor necesitaría 17.000 reproducciones de forma anual. Si baja de esa cifra, YouTube podría retirar la monetización de los nuevos vídeo subidos.
YouTube ahora pide ser mucho más popular antes de compartir ingresos contigo
El anuncio ha pillado desprevenido a muchos ‘youtubers’ que estaban comenzando su canal o que tenían planes para hacerlo, así como a millones de canales que han recibido una alerta por email avisándoles de que no ingresarán ningún euro más hasta que no superen las nuevas métricas.
El cambio llega apenas 8 meses después del anterior que estableció el actual listón inferior para conseguir generar ingresos por tus vídeos en YouTube, un impacto que entonces caracterizó como “mínimo”. Esta vez es distinto, al convertir el objetivo en algo en constante movimiento, los creadores de vídeo subido a la plataforma pueden pasar por épocas con o son ingresos intermitentemente, frente al modelo anterior que consistía en superar una métrica natural inmutable.
Algunos youtubers encuestados afirmaron haber tardado entre 6 semanas y 20 meses, dependiendo del nivel de desempeño, en superar la cifra de los mil primeros suscriptores. Los más difíciles, afirman. En los que el creador tiene que realizar una tarea inicial de darse a conocer, definir un estilo y conseguir constancia. “Tardamos lo mismo en alcanzar los 1.000 suscriptores que en llegar a 10.000”, afirmaba Charlie Jacoby, un joven creador británico.
Esta vez YouTube no ha querido decir cifras, pero ha dicho que el cambio afecta a un número “significativo” de canales que hasta ahora ingresaban en su inmensa mayoría (99%) menos de 100 dólares en total al año. YouTube se queda con el 55% de los ingresos generados por la publicidad de cada vídeo, así que el impacto podría ser relativamente importante para YouTube.
Para los ‘youtuber’ preferentes van a revisar todos los vídeos a mano para evitar otro caso como el de Logan Paul
”2017 fue un año de desafíos”, afirmaban los dos jefes de producto de YouTube encargados de hacer el anuncio. Los problemas de la plataforma han sido numerosos. En marzo, docenas de grandes anunciantes abandonaron la plataforma por la incapacidad de YouTube de detectar contenido extremista. La respuesta entonces de la subsidiaria de Google fue de brocha gorda, limitando la publicidad que aparecía en muchos vídeos y canales.
“Ver nuestros ingresos caer en abril fue una experiencia aterradora”, explicaba entonces Hank Green, con tres millones de suscriptores. Creadores como Green no serán afectados por este cambio, pero seguramente evite que aparezcan muchos potenciales nuevos “youtubers millonarios” desde cero.
YouTube hace más difícil que surjan nuevos creadores independientes desde cero
Es la forma de responder de YouTube a las críticas recibidas por cómo gestionó la crisis de Logan Paul, el ‘youtuber’ que se grabó con unos amigos riéndose al encontrar un cadáver en un bosque en Japón. El creador, que no ha subido más vídeos desde entonces con la excepción de un corto vídeo con disculpas, ha creado inintencionadamente una espiral de cambios en la plataforma que forma el grueso de sus ingresos.
Para los grandes ‘youtubers’, aquellos con más de un millón de suscriptores o los que se encuentra en el programa especial de contenido prioritario, el cambio más impactante fue anunciado a principios de semana. YouTube verificará cada uno de sus vídeos de forma independiente y por un equipo de moderadores humanos, una tarea ardua pero manejable teniendo en cuenta que el número de creadores en este programa es limitado. Unos 2.000 canales acumulan una cifra superior a un millón de seguidores, una figura orientativa pero que no califica necesariamente a un canal para alcanzar el estatus especial con el que YouTube enlaza a los mejores anunciantes con sus mejores creadores.
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