Como si de un concurso se tratara, el obispado de Córdoba realizará un sorteo entre todas las universitarias que se hayan quedado embarazadas para regalar 2.000 euros. De esta curiosa manera, la Iglesia pretende incentivar a las mujeres para que estén “a favor de la vida” y no cometan el pecado de abortar. Porque además de no poder ir al cielo ya (vaya, pobres 🙁 ), queda feo para las estadísticas de la Iglesia Católica española.
Los requisitos son muy sencillos, vale con estar embarazada. Ahora bien, suma puntos que tu historia sea cuanto más rocambolesca mejor. Y si da más pena y podría ser pasto de una película de los domingos de Antena 3, tendrán el premio muy cerca. Porque la solicitud tiene que ir acompañada de un relato de los hechos en el que se expliquen cómo la muchacha se quedó embarazada (suponemos que para goce y disfrute del cura mientras lo lee), cuáles son las dificultades que tiene y cuál fue la motivación para seguir adelante con el embarazo.
En el jurado para decidir a quién dan el premio no estará Mónica Naranjo, pero sí el Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández; el Vicario General de la Diócesis, Francisco Jesús Orozco; el director adjunto del Centro y su administrador así como un profesor y un alumno designados por el equipo directivo del Centro de Magisterio.
Tras valorar todas las candidaturas que se presenten hasta el 25 de febrero de 2018, el jurado decidirá cuál es la ganadora y a las otras…. bueno, pues a joderse y tener la posibilidad de sacrificar su vida por su hijo, como se lleva haciendo todos estos años de crisis, ¿no? Que según la Iglesia es precioso.
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