No, no eres sólo tú, cualquier persona con olfato piensa que sus gases huelen mejor que el resto de las personas.
Esto es una ilusión con una explicación científica. Según el sitio APScience como humanos, nos tienden a gustar todas las cosas que nos resultan familiares. Los microbios de nuestro aliento, sudor y gases son mucho más familiares para nosotros que para otros.
El cerebro no detecta muchos olores, de lo contrario nos abrumarios con todos los que nos rodean diariamente. Esta la misma razón por la que si entras a un cuarto con un olor desagradable, se hace mucho más tolerable una vez que pases unos minutos ahí, o por qué si usas un perfume por mucho tiempo tal vez su olor lo percibas menos fuerte con el tiempo.
Un estudio publicado en 2016 en el European Journal of Social Psychology señala que todos los seres humanos tenemos bacterias en el intestino encargadas de descomponer los alimentos para nuestra buena digestión. Pero, la cantidad de bacterias no es la misma en todos y tampoco huele de la misma forma.
No debería sorprendernos que nuestros propios gases no nos resulten tan desagradables y también hay una razón detrás de por qué nos molesta tanto el olor de los gases de otros. Pasa lo contrario, cuando pensamos en todos los desconocidos microbios que podrían llevar los gases de otra persona, nos da la sensación de asco.
Pero, al final cada quien es diferente y podrías ser el tipo de persona a la que no le molestan los gases de otros. Las variantes del olfato varían para cada quien. Además, para las personas con hijos, el olor de su bebé tampoco huele tan mal como el de otras personas. Según la psicóloga Betty Repacholi, que colabora para el sitio Research Gate, de tanto oler a nuestros bebés, su olor no resulta tan desagradable como el resto.
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