Quince especialistas atienden al expiloto de Fórmula 1 en su casa
Pocas son las informaciones sobre el estado de salud de Michael Schumacher desde el accidente que sufrió esquiando el 29 de diciembre de 2013 y que hizo temer lo peor por su vida. El expiloto de Fórmula 1 estuvo ingresado en el hospital durante diez meses, hasta que su familia decidió trasladarlo a su casa en Gland, Suiza. Desde entonces no se ha sabido prácticamente nada sobre su estado y apenas algunos familiares y amigos pueden entrar a visitarle en la mansión.
Pese a la poca información existente, Diario Gol asegura esta semana que Michael Schumacher podría no levantarse jamás de la cama. Según este medio, el expiloto de Ferrari pesa 45 kilos, mide 1,60 metros, no habla, no se mueve y tiene que respirar de forma artificial. Su mujer, Corinna, intenta sentarlo en una silla de ruedas para sacarlo a pasear pero termina siendo una misión imposible. El alemán tiene quince doctores que le atienden las 24 horas del día, pero algunos especialistas apuntan que «los daños neurológicos que ha sufrido Michael en los tres años en los que ha estado en coma son irreversibles» y seguiría vivo por expreso deseo de su mujer.
La atención personalizada le cuesta a la familia unos 100.000 euros al mes, lo que está empezando a repercutir en la situación económica de los Schumacher. La fortuna del piloto ascendía a 750 millones de euros pero los altos gastos han provocado que ya hayan tenido que vender su jet privado y la mansión que tenían en Noruega. Las esperanzas para poder mantener el tratamiento de Michael se centran ahora en su hijo, Mick Schumacher, que podría debutar en la Fórmula 1 la próxima temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario