Un juez de la Audiencia Nacional ha ordenado de forma tajante, inmediata e irrevocable el cierre del programa concurso Gran Hermano, basándose en su escasa calidad y el daño que produce a la sociedad española, especialmente a los más jóvenes.
El fallo del juez no se ha quedado ahí, y es que ha ordenado que un destacamento de policía nacional y fuerzas especiales, acompañados por obreros de la construcción, se persone de inmediato en Guadalix para formalizar el cierre y bloquear las salidas, de forma que no de tiempo a que los concursantes salgan y sigan haciendo de las suyas en otros programas.
De nada han servido las protestas de la abogada de Telecinco, que pretendía conseguir una suspensión cautelar que diera tiempo a sacar a los concursantes de la casa, ya que en el contrato que firmaron con ellos no se preveía esta contingencia y temen las demandas millonarias de los familiares de los próximamente fallecidos.
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