A todos nos han enseñado, desde pequeños, que tenemos que compartir las cosas con los demás. Aunque no queramos hacerlo, se nos obliga a prestarle las cosas a completos desconocidos, como por ejemplo nuestros juguetes favoritos. Algo que aceptamos —a regañadientes, muchas veces—, y que damos por sentado que se lo tenemos que enseñar a nuestros hijos.
¿Todos? No, una madre piensa que hay que hacer precisamente lo contrario: enseñar a su hijo a no compartir. Antes de que os llevéis las manos a la cabeza, os invitamos a leer la explicación de esta madre, que se ha vuelto completamente viral y que ha dividido a la gente en las redes sociales.
Este es el texto que ha publicado esta madre y que ha causado la enorme polémica:
“MI NIÑO NO TIENE QUE COMPARTIR CON EL TUYO.
En cuanto entramos en el parque, Carson fue abordado por al menos 6 niños, exigiendo que compartiera rápidamente con ellos su Transformers, su figura de Minecraft, y su camión. Estaba visiblemente abrumado y se aferraba a su pecho cuando los muchachos le rodearon. Él me miró.
“Puedes decirles que no, Carson”, dije. “Diles que no, no tienes que decir nada más.”
Por supuesto, en cuanto él dijo que no, los muchachos corrieron a mí acusándome de que él no estaba compartiendo. Yo les dije: “Él no tiene que compartir contigo, dijo que no, si quiere compartir, lo hará”.
Me llevé algunas miradas desagradables de otros padres. Sin embargo esta es la cuestión:
Si yo, un adulto, entro en el parque comiéndome un sándwich, ¿tengo que compartir mi sándwich con desconocidos en el parque? ¡No!
¿Algún adulto bien educado, un desconocido, intentaría coger mi sándwich y se enojaría si no se lo diera? No, otra vez.
Así que en realidad, mientras me miras de forma desagradable, pensando que yo y mi hijos somos unos maleducados, ¿quién tiene menos modales? ¿La persona que se niega a darle sus 3 juguetes a 6 desconocidos, o los 6 desconocidos que exigen que les den algo que les pertenece, cuando además el dueño está obviamente incómodo?
El objetivo es que enseñemos a nuestros niños a funcionar como adultos. Aunque conozco a algunos adultos que claramente nunca aprendieron a compartir cuando eran niños, conozco a más gente que no sabe cómo decir que no a los demás, o cómo establecer límites, o cómo cuidarse a sí mismo. Yo incluida.
En cualquier caso, Carson traía los juguetes para compartirlos con la hija de mi amiga, con quien nos reuníamos en el parque. Él no quería compartir con los niños codiciosos simplemente porque le emocionaba sorprenderla con ellos.
La próxima vez que tu copo de nieve corra hacia ti, enfadado porque otro niño no está compartiendo, por favor recuerda que no vivimos en un mundo en el haya que renunciar a todo lo que tienes simplemente porque alguien lo ha dicho.”
La publicación ya lleva más de 200 mil compartidos y más de 228 mil “me gusta“. Aunque hay división de opiniones, algunos comentarios apoyan a la madre, como este:
“Algunos de vosotros tenéis un problema serio con el ejemplo del sandwich, así que les daré otros ejemplos… ¿Permitiríais a un extraño coger su teléfono? ¿Permitiríais a un extraño coger prestado vuestro bolso, zapatos, abrigo, coche, etc? Así que, ¿por qué un niño debe permitir que otros jueguen con sus juguetes?”
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