El científico conocido por “descubrir” el virus del VIH en 1984, el Dr. Robert Gallo, ha reconocido haber sido él quien creó el SIDA con el fin de reducir la población mundial.
En 1984, Gallo presentó una solicitud de patente de Estados Unidos para su invención del virus del VIH / SIDA.
Generalmente, cuando se presenta una patente y es aprobada, como lo hizo el Dr. Gallo, cualquier persona que utilice el producto o invención debe pagar al creador. Por lo tanto, poseyendo las leyes de propiedad intelectual de sus interpretaciones más plenas, ¿uno debe solamente sorprenderse del por qué el Dr. Gallo aún no ha presentado un procedimiento que buscan reclamar indemnizaciones por los daños debido al uso de su invención?
La evidencia científica es completa y convincente, el virus del SIDA es un diseño subproducto del programa Virus Especial de EE.UU. El programa Virus Especial (Special Virus) es un programa federal de desarrollo de virus que persistió en los EE.UU. a partir de 1962 hasta 1978.
Luego, el Virus especial de Estados Unidos se añadió como “complemento” en las inoculaciones con vacunas en África y Manhattan. Poco más tarde, el mundo se vio lleno de infecciones masivas de algún virus animal que se diferenció de cualquier ilustre enfermedad humana, que era altamente contagiosa.
El SIDA es un proceso biológico, desarrollado en laboratorio del peculiar virus Visna, detectado en ovejas de Islandia por primera vez, según las Actas de los EE.UU. de América. Recientemente, los científicos americanos y mundiales aseguran el origen de laboratorio del SIDA.
El Dr. Gallo reconoció haber sido el ‘Oficial de Proyectos’ para el Virus Especial, programa federal de desarrollo del virus.
El diagrama de flujo del programa y los 15 informes del progreso demuestran que EEUU jugó a sacrificar las poblaciones del mundo a través de la liberación de un organismo biológico que puede ‘rechazar’ a la humanidad.
Tras desvelar el verdadero origen del flagelo biológico más transmitido del mundo, los EE.UU. debe pagos “reales” a cada víctima del SIDA que se merece la disculpa adecuada y una compensación económica por una invención de la muerte y la desesperación, cometida por los Estados Unidos.
Entre 1964 y 1978, el programa de virus federal secreto empleó $ 550 millones de dólares de dinero en efectivo para crear el SIDA.
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